La última recta del mercado: dos obligaciones y un deseo
El Espanyol afronta los dos últimos días con la necesidad de cerrar la cesión de Pol Lozano al Girona y buscar destino a Vadillo. Se anhela un mediocentro.
El Espanyol afronta los dos últimos días de mercado con tres movimientos por realizar después de unas dos últimas semanas frenéticas, en las la dirección deportiva ha cerrado tres contrataciones (Aleix Vidal, Loren Morón y Manu Morlanes) y ha encontrado destino para Víctor Gómez (Málaga), Lluís López (rescindido al Zaragoza) y Matías Vargas (Adana Demirspor). Poco gasto para un verano totalmente austero.
Francisco Rufete deberá cerrar dos salidas en 48 horas. La primera está encaminada. Y es la cesión de Pol Lozano al Girona, que asumirá parte de la ficha del canterano con el objetivo de que sume minutos en LaLiga SmartBank. Sin hueco esta campaña en la plantilla, el canterano ya apenas participó el curso anterior. Necesita continuidad, como Víctor Gómez el curso pasado en el Mirandés, para demostrar su valía en el la división de plata y regresar hecho mejor jugador.
El segundo movimiento es más complicado. Álvaro Vadillo, que jugó unos minutos en Mallorca pero que no tiene la confianza del entrenador ni hueco en la plantilla, deberá irse cedido teniendo en cuenta que fue fichado este verano por 1,8 millones. El problema es su elevado salario, imposible de asumir para los clubes de Segunda. Desde el club reconocen que no han llegado ofertas formales.
El Espanyol tiene dos vías. Una de ellas es la de cederlo a algún club extranjero que haya mostrado interés, como ocurrió con Vargas, y que asuma una parte importante de la ficha. O, en su defecto, que recale en un club de Segunda aunque la parte del salario sea mínima. Independientemente a estas operaciones está la llegada de un mediocentro posicional también sin coste.