Espanyol, el perico verde
Como el club en toda su historia, el equipo de Vicente Moreno mostró ante el Villarreal una ágil adaptación a Primera que le augura una temporada sin sufrimiento.
El perico es uno de los animales con mejor adaptación del mundo. Tanto puede vivir en Australia, su lugar de origen, como en zonas costeras, desérticas, en el tronco de los árboles o dentro del volcán Masaya, en Nicaragua, donde una de sus múltiples variantes ha decidido crear los nidos en unas condiciones inhumanas, con altas temperaturas. El apodo de perico no solo le va como anillo al dedo a un club acostumbrado a adaptarse a una ciudad en la que vive en minoría, sino también al equipo de Vicente Moreno, cuya adaptación a Primera ha sido ágil.
Después del descenso, el Espanyol se encontró ante el problema de esa adaptación a Segunda. Jugadores con contratos mejores que muchos equipos de Primera compitiendo en la división de plata. Pero el técnico supo aplicar la estrategia adecuada para que el equipo perico fuera un conjunto equilibrado, quizás poco vistoso, pero adaptado a una categoría diferente. Ahora, en Primera, le ha vuelto a dar un giro a la plantilla. El Espanyol no solo mantiene los valores que le dieron éxito el curso pasado, sino que ha demostrado que la plantilla tiene la intensidad, la calidad y las intenciones de la máxima categoría, ya sea para puntuar en El Sadar o para poner contra las cuerdas a un Villarreal que diez días antes había hecho lo mismo con el Chelsea.
UN SÓLIDO SISTEMA DEFENSIVO
Si los equipos se construyen desde atrás, el Espanyol ante el Villarreal fue una casa con unos cimientos indestructibles. El eje Sergi Gómez y Leandro Cabrera se ha mostrado infranqueable, especialmente cuando el equipo defiende cerca del área. Expeditivos en el juego aéreo, bien coordinados, tanto anularon a Kike García o Budimir en El Sadar como Gerard Moreno o Boulaye Dia el sábado. Los extremos ayudan a los laterales, quizás los jugadores que más han sufrido en estos dos encuentros. Hasta Nanny Dimata y Raúl de Tomás ayudan en la presión en campo contrario. Partiendo de esa solidaridad, va a ser difícil que al Espanyol le marquen.
JUEGO POSICIONAL Y CONTRAATAQUE
El Espanyol demostró de nuevo que puede ser un equipo que salga al contraataque, como en el segundo tiempo, con las conducciones de Javi Puado, Adri Embarba o Sergi Darder, o que en cambio sea capaz de organizar ataques que acaben con centros en el área rival. Así ocurrió en la primera mitad, especialmente por la conexión Sergi Gómez-Sergi Darder, quienes son capaces con apenas dos movimientos de llevar el balón a los costados. Carentes de un mediapunta, ya sea con Dimata, RdT o Wu Lei, el Espanyol prefiere atacar por los costados con Embarba y Óscar Gil buscan el dos contra uno o con Pedrosa por la izquierda.
MORENO Y SUS RAÍCES
El Espanyol del curso pasado no fue un equipo característico de Vicente Moreno. Si en el aspecto defensivo, pero le costó presionar en campo rival y ser más activo con el balón. Hubo partidos soporíferos de un equipo que llegó a un pacto de mínimos para ascender por la vía rápida. Con más predisposición de la plantilla para añadir nuevos conceptos, con otras necesidades en la categoría, su Espanyol empieza a parecerse a lo que él quiere y logró con el Mallorca en Primera, pese al descenso por los escasos recursos del club. En torno a su liderazgo girará la temporada. Él también, como siempre destaca, abandera la adaptación del equipo a los diferentes registros. Otro perico verde.