Soler salva un punto para el Valencia en Los Cármenes

Robert Moreno, a pesar de sumar un punto ante el Villarreal, decidió cambiar el dibujo dando entrada a tres centrales y dos carrileros. Así, Abram debutó en LaLiga junto a Germán y Duarte en el centro de la zaga. Además, incluyó a Montoro en el trivote de la medular y prescindió de los extremos, Machís y Puertas, para confiar en la pareja colombiana: Bacca y Luís Suárez. Por su parte, Bordalás no varió prácticamente nada. Ni la portería, donde Mamardashvili repitió en el once. Racic y Wass ocuparon la medular ante la ausencia de Guillamón, sancionado, y repitió con Maxi y Guedes en punta. El partido empezó con el Valencia mandando y presionando muy arriba a un Granada que no arriesgaba en los primeros compases en la salida del balón. Los de Bordalás tuvieron la primera en una falta que no encontró rematador y el primer tiro a puerta obra de Soler, que fue manso y flojo a las manos de Aarón. La batalla en el centro del campo era brutal. De hecho, entre golpes y lesionados, era imposible que ningún equipo tuviera continuidad. Bacca peleaba cada balón largo y el Granada no encontraba a Monchu y Montoro, los que tenía que manejar el equipo. Sin embargo, el plan salía bien. En uno de esos balones, Bacca ganó a Gabriel y puso un pase a la espadal de Alderete donde apareció Suárez que definió a la derecha del meta valencianista para abrir el marcador. Conexión cafetera que funcionaba. Respondió Wass con un tiro lejano que se fue fuera y después tuvo que aparecer Duarte salvador para evitar bajo palos el gol de Guedes después de una buena jugada del portugués que en el mano a mano con Aarón vio como el meta tocaba lo suficiente el balón para que llegase su compatriota bajo palos. De nuevo apareció el meta valenciano en tiro de Guedes. Apretaba el Valencia con varios córners y buscando muy bien las bandas, sobre todo la de Cheryshev.

La parada para hidratación sentó mejor al Granada que tuvo dos buenos acercamientos de Monchu. Sin embargo, tuvo que volver a aparecer Aarón para evitar esta vez el tanto de Cheryshev tras un buen centro de Soler raso al corazón del área. Y el meta valenciano sacó otro centro del ruso que llevaba mucho peligro. El Valencia quería más, pero el tiempo parecía que se agotaba. Sin embargo, entre el parón de hidratación y las veces que tuvieron que ser atendidos jugadores, Del Cerro Grande dio ocho minutos de tiempo extra. Un tiempo en el que el Valencia casi logra un gran contragolpe que paró Monchu en falta, gozó de otra falta en la frontal que Racic mandó fuera y Suárez ganó a Gabriel otro balón gracias a su gran intensidad dentro del área, pero su tiro se fue fuera. Mucha lucha, mucha intensidad y no demasiado fútbol en los primeros 45 minutos que acabaron con el único tanto gracias a la gran conexión cafetera.

Tras la reanudación, Robert Moreno movió el banquillo y cambió de nuevo el dibujo. Entró Puertas por Abram y Milla por un cansado y golpeado Monchu. Y el Granada mejoró. Volvió a la defensa de cuatro, con Milla y Montoro un poco por delante de Gonalons y Bacca y Puertas en bandas. La primera, de hecho, fue nazarí. Un córner que Germán, sólo en el área pequeña en el segundo palo, no acertó a mandar a la portería, respondió Guedes con un tiro también lejos del marco de Aarón. Con el paso de los minutos el Valencia empezó a encontrar como hacer daño al Granada. Maxi buscaba una y otra vez la espalda y así remató una falta sacada en raso a la frontal y poco después no aprovechó un error de Duarte en el despeje. El argentino, delante de Aarón, mandó su tiro al cuerpo del portero que de nuevo salvó a su equipo. El partido estaba más abierto que en la primera mitad, con un Valencia necesitado de buscar la portería contraria y un Granada con más espacios. De nuevo, Germán la prolongó pero no llegó Puertas, Montoro se topó con Correia en otro tiro desde dentro del área y Gonalons tuvo otra con un testarazo que sacó Mamardashvili in extremis. Sin embargo, era el Valencia el que más merodeaba el área. Con centro laterales, córners y balones al área que achicaba con contundencia la zaga nazarí. Así, los minutos pasaban sin demasiados sustos en ninguna de las dos porterías y poco fútbol. Hasta que, cuando el partido entraba en su recta final, el Granada intentó sacar el balón jugado, Puertas se lió, le robaron el balón y el almeriense derribó a Gayá dentro del área decretando el colegiado penalti. El roce fue mínimo, pero Del Cerro Grande no dudó y Carlos Soler no falló desde los once metros para poner el empate. Quedaban pocos minutos para el final y aún así el Granada marcó en una falta colgada por Milla que tocó Duarte en el área y Montoro mandó al fondo de la red. Fue una alegría interrumpida por el VAR, que decretó fuera de juego y dejó a los nazaríes con la miel en los labios. Bordalás sigue invicto y con cuatro puntos de seis posibles y el Granada continúa sin ganar, pero también sin perder...