Fekir choca contra un muro

Betis y Cádiz dieron una lección de intensidad a la que le faltó más pegada. Los verdiblancos sobrevivieron al tanto inicial de Negredo tras el enésimo error defensivo y terminaron el choque poniendo en aprietos continuos a Ledesma liderados por un Fekir que no tuvo el acierto de su parte. Dos puntos para ambos tras dos jornadas que reflejan el estilo marcado por Pellegrini y Cervera desde sus banquillos. Resultó insuficiente para un Betis que vivió de su dominio y de la habilidad de su segunda línea. Más meritorio para el Cádiz, que sacó provecho a su impecable orden táctico para mantenerse vivo cerca de su área.

El Betis tomó el control del balón, pero el Cádiz tardó siete minutos en dejar su huella. Negredo le ganó un balón aéreo a Edgar y Lozano aprovechó un error infantil de Víctor Ruiz para ganarle la partida y forzar el penalti de Rui Silva. El portugués le detuvo a Negredo su primer lanzamiento adelantándose más de lo debido y no alcanzó el balón en la repetición. Otro caos defensivo del Betis y otra demostración del Cádiz de que es letal entre espacios.

Canales y Rodri lideraron la reacción. El cántabro firmó conducciones de mérito y el canterano no se arrugó haciendo diagonales desde el flanco derecho. Juanmi se topó con Ledesma tras un buen remate dentro del área antes de acertar al dar continuidad a un remate de cabeza de Edgar tras un córner. Las tablas volvieron bajo un guion esperado: los visitantes querían ganar la batalla entre espacios y el Choco Lozano inventó uno para que Alarcón tuviera una clara ocasión que terminó con su disparo al poste de Rui Silva. También se topó con la madera poco después Fekir tras un buen disparo desde fuera del área. El francés creció con el paso de los minutos hasta dejar detalles técnicos de brillo en la antesala del descanso.

Cervera dio aire a su sistema en la reanudación colocando a Iza y Álex Fernández en escena. Y Fekir dio continuidad a su batalla personal contra la muralla cadista. Canales perdonó tras una genial acción del francés antes de que Pellegrini también moviera piezas sobre el césped. Ya había más corazón que cabeza en ambos lados. Tiró de ímpetu el Betis mientras el cuadro de Cervera mantenía su firme intensidad defensiva. Pero ni Tello ni Ruibal mejoraron la aportación ofensiva bética, mientras que Joaquín trataba de aliarse con un Fekir casi desesperado por romper la muralla cadista. Los de Cervera amenazaron con sus contras hasta el final para sumar un valioso punto en un Villamarín que festejó su regreso a medias. Quiere más Pellegrini, que mira a su desafío con tanta esperanza como preocupación. Pide más Cervera, sabedor que la receta del pasado curso ya entrega pinceladas de éxito.