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REAL MADRID - MILAN

El Clásico de Europa

Real Madrid y Milan exhiben sus 20 Copas de Europa en Austria (18:30 horas). Ancelotti busca mejoras a una semana de la Liga. Debutará Alaba mientras Bale y Hazard ponen el morbo...

Actualizado a
Marvin persigue a Hazard en el último entrenamiento del Real Madrid antes de ir a Austria a medirse al Milan.
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Si Real Madrid y Milan pusieran hoy todas sus Copas de Europa sobre el césped del Wörthersee Stadion de Klagenfurt (Austria) juntarían 68 kilos de plata. Es lo que pesan los 20 trofeos de campeones del Viejo Continente que suman entre ambos, es decir, los 13 madridistas y los siete rossoneri. Son los que más tienen, pero los metales preciosos sólo reflejan el misticismo que siempre envuelve a este partido (18:30 horas, RMTV).

Para las nuevas generaciones blancas el Milan puede parecer una banda que vive de sus viejos hits, pero sus padres y abuelos sufrieron a una bestia nera. De Schiaffino casi arrebatándole la Tercera a Di Stéfano y compañía en 1958 a la demolición de Berlusconi del vuelo europeo de la Quinta del Buitre con la elegancia apolínea de Maldini, las rastas de Gullit, la alquimia de Sacchi... y un gol de Ancelotti en aquel 5-0 en las semifinales de 1989 que durante años traumatizó al madridismo. Guiños del fútbol, Carletto tiene que empezar a ensayar en serio su segundo Real Madrid con su Milán como probeta.

Un amistoso premium a una semana del estreno en Liga en Vitoria y una semana después de titubear en Glasgow (2-1) en el primer test serio estival. Aquello lo medio salvaron Rodrygo y los rapaces de la cantera. Hoy, el Madrid está obligado a más.

Odegaard, en Valdebebas.
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Odegaard, en Valdebebas.REALMADRID.COM

El primero, Odegaard. Seis años y cinco cesiones después, sigue desubicado y con un futuro sin asentar. Austria se ofrece para el debut del austriaco Alaba con un dorsal que quema (el 4 de Ramos) y para el enésimo golpe de fe con Hazard. Cerca, en Salzburgo, el belga pareció Mozart en su primer gol con la camiseta blanca en el amistoso ante el Red Bull del 8 de agosto de 2019. Desde entonces desafina. Más morbo, si cabe, pone Bale. No jugó en Glasgow y no parece que haya alterado sus coordenadas vitales (ya saben, Wales. Golf. Madrid) pero en este equipo 'canino' en goles, incluso el díscolo galés es bienvenido para Ancelotti.

Nombres nuevos y seminuevos mientras cuatro titulares están en conserva y no jugarán. Benzema, retrasada su puesta a punto por el COVID, Kroos con pubalgia, Carvajal y Mendy y su tibia misteriosa. Valverde tampoco se ejercitó en la previa. Huecos que cubrirá la cuadrilla canterana de Blanco y Gutiérrez.

Sin genialidades de 'Ibra'

En Klagenfurt, mientras, lo van a vivir a tope. Las 30.000 entradas a la venta (no hay restricciones sanitarias en la capital de Carintia) se vendieron en sólo 27 horas. Quizá pensaron degustar una de las últimas genialidades de Ibrahimovic, pero no podrá ser. Pioli se contentará con el recién fichado Giroud y con darle las gracias a su rival hoy. Porque lo que al Madrid le sobra, al Milan le da la vida. Primero fue Theo Hernández (15 goles en dos temporadas allí) y ahora Brahim.

El Madrid necesita en Klagenfurt, que en alemán significa Vado de los Lamentos, empezar a sonreír. Enterrar la nostalgia de mirar en derredor y no ver a Zidane ni a Ramos y dedicarse a construir su presente. Llegue o no llegue Mbappé y después de un año sin títulos, el Madrid tiene que ser el Madrid.