Alerta en el Madrid con Kroos
El club ha informado que al alemán se le ha diagnosticado una pubalgia. "Es difícil establecer periodos de recuperación", dice el doctor González a AS.
Las lesiones no dejan tranquilo al Madrid ni en pretemporada. A los jugadores que han sufrido molestias físicas estos días como Mendy, Carvajal o Hazard se ha sumado Toni Kroos, y en el caso del alemán la situación preocupante. Tal y como informó el club en sus redes sociales, se le ha diagnosticado una pubalgia y queda pendiente de evolución. Se trata de una lesión que suele tener un proceso de rehabilitación lento y en el que es difícil calcular un tiempo de recuperación. Lo que es seguro es que no estará en el debut liguero contra el Alavés y que también se perderá las primeras jornadas de competición como mínimo, hasta finales de septiembre.
"Después de varios meses de problemas en mi pubis, creo que es hora de darle un descanso y trabajar en él para estar bien preparado para esta larga temporada. Volveré lo antes posible, como siempre", publicó el jugador en sus redes sociales una vez se anunció su lesión. Cabe recordar que se trata de un jugador bastante resistente como demuestra su historial: en siete temporadas en el club blanco solo se ha perdido 29 encuentros por molestias físicas, y su proceso de recuperación más largo fue de 28 días por una fisura en el pie en el año 2017. Esta pubalgia se tratará, con casi toda seguridad, de su lesión más grave desde que llegó a la capital en el año 2014.
"Una pubalgia es una patología compleja, pero no grave. A veces sirve con un tratamiento conservador y otras veces no. Yuri, jugador del Athletic, se pasó toda la temporada jugando con esa dolencia y se ha tenido que operar. Es muy difícil establecer periodos de recuperación de una pubalgia", comenta el doctor González, médico deportivo y colaborador en AS. Hay casos que invitan al optimismo como el de Xabi Alonso, que en 2013 se operó en Alemania y en apenas un mes y medio volvió a competir. Sergio Ramos o Messi evitaron pasar por el quirófano y optaron por un tratamiento conservador, tratándose con antiinflamatorios y descanso.
Por el contrario, en la casa blanca está muy presente la mala experiencia de Kaka. El brasileño fichó por el Madrid en 2009 con la vitola de galáctico en el nuevo proyecto de Florentino. Sin embargo, llegó con una pubalgia que le lastró durante años y no le permitió alcanzar el nivel que le había llevado años antes a ser Balón de Oro. Sus problemas fueron tan prolongados que se especuló con que se trataba de un problema crónico, algo que el propio jugador tuvo que desmentir.