Los penaltis deciden para los locales un intenso Villa de Leganés
Los pepineros se adelantaron con gol de Sabin Merino, pero Isi igualó al filo del descanso. En la segunda mitad, el Lega rozó el 1-2. Riesgo y Tarín decidieron en la tanda.
El Leganés se llevó en los penaltis la 51ª edición del Trofeo Villa de Leganés ante el Rayo Vallecano después que el duelo terminara con empate a uno en el tiempo reglamentario. Riesgo, con dos paradas, y Tarín, con el gol definitivo, se convirtieron en los héroes blanquiazules de la tanda, que terminó 3-2 para los blanquiazules. Fue durante los 90 minutos el choque un ejercicio de intercambio en los dominios que primero atesoraron los locales, pero que después amasó la Franja para terminar donde había iniciado: con los pepineros mandando en ocasiones y ritmo. Sabin Merino adelantó a los blanquiazules con un gol sobre la línea tras buena vaselina de Juan Muñoz e Isi igualó el duelo tras una gran acción individual de Bebé. Un larguero de Omeruo y un gol anulado de Javi Hernández acercaron el triunfo del Lega por la vía convencional entre rotaciones visitantes (siete cambios hizo Iraola) y continuidad local (sólo un relevo para el Lega).
RESUMEN
Alineación del Leganés (4-2-3-1): Riesgo; Palencia, Tarín, Omeruo, Javi Hernández; Gaku, Doukouré; Naim, Juan Muñoz, Sabin Merino; Diego García. También jugó: Cisse,
Alineación del Rayo Vallecano (4-2-3-1): Dimitrievski; Mario Hernández, Santi, Jorge Moreno; Iker Recio, Pathé Ciss, Mario Suárez; Isi, Nteka, Bebé; Qasmi. También jugaron: Trejo, Fran García, Moreno, Óscar Valentín, Baljiu, Gimeno y Andrés Martín.
Árbitro: Muñoz Piedra (Madrid), mostró amarilla a Omeruo (54’), Sabin Merino (73’), Palencia (85’)
Instalación Deportiva Butarque: 450 espectadores.
Goles:
Min 12, Sabin Merino, 1-0. Balón en profundidad que aprovecha Naim para desbordar. Su asistencia dentro del área acaba en vaselina de Juan Muñoz que Mario Hernández salva sobre la línea, pero Sabin Merino emboca sobra la línea de gol.
Min, 41, Isi, 1-1. Jugada individual por banda izquierda de Bebe y su centro al segundo palo lo remata sin marca Isi, que solo tiene que empujarla para embocar el empate.
Tanda de penaltis:
0-1 Mario Suárez
1-1 Sabin Merino
1-2 Trejo
2-2 Omeruo
3-2 Tarín
Inició el Leganés embutido en su traje de competición. Como si estrenar por primera vez en el verano su nueva camiseta blanquiazul le aportase los poderes de disputar amistosos en modo Liga. Lo hizo disparando su rendimiento en todos los factores posibles: intensidad, juego e inteligencia táctica que pusieron al Rayo a merced de unos locales extramotivados. La inyección de fe lució con especial virtuosismo en Diego García, canterano amamantado en las inferiores del Rayo que, ante sus ex, trató de demostrar que tiene hueco entre los mayores pepineros.
Suya fue la primera ocasión clara del partido antes de que Sabin Merino estrenara el marcador en una acción mérito de Naim y Juan Muñoz. El primero, también chaval de filial, se cocinó una jugada de velocidad en la banda que el segundo aprovechó dentro del área para picarla y rozar lo que habría sido un golazo al segundo palo. Mario Hernández evitó sobre la línea el tanto, pero ahí remachó Sabin Merino un gol iniciático (minuto 12) marca de la casa. Da igual cuánto se le aleje del área (volvió a ejercer de extremo), el de Urdúliz huele sangre como pocos en este plantel pepinero.
Diego García, insistencia sin gol
Ungido de vigor, insistió Diego García. Tuvo el 2-0 al cuarto de hora en lo que fue epílogo del riesgo local de la primera parte. Porque, capeado el temporal, se asentó el Rayo en el césped y sacó músculo en la medular (Ciss y Nteka) para ir expandiendo un dominio que se hizo carne con remates lejanos, pero peligrosos. Isi y, sobre todo, Bebé tuvieron las más claras hasta cocinar entre ellos la acción del empate, una estampida del portugués por la banda izquierda que (caño incluido) dejó atrás a Palencia. Su centro al segundo palo lo embocó el español con sencillez (minuto 41).
Empate al filo de un descanso que regaló nuevos vigores a los blanquiazules, con (de nuevo) Diego García como estilete reiterado. Un remate suyo de 40 metros apenas reanudado el choque regaló esperanzas de remontada que se disiparon rápidamente entre el sopor de unas piernas demasiado agotadas. Y pese a ello, creyó el Leganés con fruición en el triunfo.
Sobre todo, con el balón parado, donde Omeruo primero (larguero en el 65’ y protestas de gol fantasma) y Javi Hernández después (gol anulado en el 72’) amagaron con el 2-1 que rozó otra vez Diego García en una contra que cruzó demasiado (71’). Suyo fue también el último remate peligroso del Leganés, un disparo seco y cruzado fuera del área que no entró por poco. Como el penalti que lanzó en la tanda. No era su tarde. En el Rayo, Santi Comesaña tuvo la más clara de una segunda parte con rotaciones visitantes (siete caras nuevas dispuso Iraola) frente a la sobriedad de Garitano (un cambio: Cissé por Juan Muñoz). Sin más goles, el duelo tuvo que decidirse en la tanda de penaltis en la que Riesgo paró los remates de Andrés e Isi. En el Leganés sólo Diego García falló el suyo.