El Celta no carbura sin Aspas

Los amistosos del Celta contra equipos portugueses responden históricamente al mismo patrón: ritmo lento, escasa actividad en las áreas y algún que otro roce con opciones de acabar en tangana. Esta vez los piques fueron suaves, pero el resto del guion estuvo en la línea de lo esperado. A la dificultad para los celestes de enfrentarse a un rival bien organizado como el Gil Vicente hubo que añadir la ausencia por segundo ensayo seguido de Iago Aspas.

El moañés arrastra unas molestias físicas y sin su estrella a la Chachoneta le faltó algo de fútbol y bastante puntería frente a un rival de la Primeira Liga del país vecino. El Celta había ganado los amistosos anteriores, pero no pudo prolongar esa racha triunfal en el encuentro que supuso el debut como céltico de Javi Galán.

El lateral izquierdo dejó su sello en la primera intervención como céltico, tirando un caño que aún está buscando el defensa del Gil Vicente. Al margen de ese detalle de presentación, el partido no ayudó para que el carrilero pacense exhibiera sus cualidades ofensivas. Galán disputó 45 minutos, al igual que el resto de la formación titular, un once inicial en el que se mantiene Dituro en la portería. Coudet cambió por completo el equipo en el descanso.

El Celta inició el partido rondando el gol con un remate mordido de Nolito y con un lanzamiento desde fuera del área de Cervi, que en este ensayo se movió como segundo punta. Poco más sucedió en los primeros 45 minutos. La monotonía la rompieron otra definición de Nolito que no encontró portería y un disparo de falta de Brais, que obligó a meter una buena mano al meta ruso Kritsyuk. A los célticos se les notó que Tapia y Denis, el tándem de la sala de máquinas, aún no han cogido el tono.

En el once de suplentes que diseño Coudet para el segundo tiempo, además de Rubén Blanco, comparecieron cinco futbolistas del filial y dos del primer equipo que tienen las horas contadas en Vigo. Mientras no encuentran destino, el Chacho aprovecha para hacer experimentos con Okay y Baeza. Al turco lo situó de central y al cordobés de lateral izquierdo.

Esa defensa random la deshilachó el Gil Vicente en la mejor ocasión del encuentro. El punta de los portugueses solo tenía que empujar a escasos centímetros de la línea de gol, pero su defectuosa definición permitió que Rubén se luciera con una rápida reacción.

En la otra área las oportunidades estuvieron en las botas de los jugadores con ficha del Celta B. Lauti, Veiga, Carbonell y, sobre todo, Alfon, cuyo remate lo desvió al larguero el cancerbero Andrew, pudieron evitar el definitivo empate sin goles. El próximo amistoso de los olívicos, que será el último, tendrá como escenario el sábado (13:45 horas) el estadio del Wolverhampton inglés.