El Gobierno vasco se reúne con los clubes de Primera y Segunda para establecer los aforos
De momento se mantiene el 20 por ciento de los estadios, lo que reduce a 11.000 espectadores en el Athletic-Barça y 8.000 para los partidos de la Real Sociedad.
Barcelona y Espanyol tratan de presionar a la Generalitat para disponer del mayor aforo posible en las competiciones que van a ir arrancando desde mediados de agosto. No lo ven fácil. Pero más complejo lo tienen los vascos, ya que pisan una tierra en la que se evaporó la Eurocopa por no flexibilizar las normas. Algo lógico ante el avance de la pandemia.
El Gobierno vasco mantuvo hace tres semanas una reunión con los presidentes de los clubes de Primera y Segunda, cuando la situación incluso estaba mejor que ahora, para establecer los protocolos en el arranque de las competiciones. "De común acuerdo vimos que lo mejor era anteponer las cuestiones sanitarias sobre las demás y les comunicamos que vamos a actuar según los planes que tenemos en vigor". En ese sentido se aferra al Plan Bizi Berri IV, que establece unos determinados criterios para la presencia de seguidores de forma masiva en espacios públicos, un decreto que ya impusieron en la Eurocopa para los partidos inicialmente designados en San Mamés y que acabaron trasladando a La Cartuja.
"Ese es el marco que tenemos establecido, basado en un trabajo muy serio realizado por la dirección del Departamento de Salud del Gobierno vasco, que es público y va a guiar nuestra actuación. Va a depender de la incidencia que tenga la enfermedad y su contagio, el nivel de ocupación de UCIs y hospitales, el porcentaje de población que este vacunada y la capacidad que los servicios vascos de salud tengan de hacer un seguimiento con buena información de las personas contagiadas y enfermas", ha reflejado el portavoz autonómico, Bingen Zupiria, en Radio Bilbao.