Marcelino no baja el pistón
Ha pasado a una sesión diaria pero la exigencia sigue siendo máxima. Unai López, fuera en la parte más táctica. Iñigo Martínez se retiró por precaución y recital de paradas de Agirrezabala.
Tras triples sesiones durante muchas jornadas de esta pretemporada y también el lunes y martes de la actual, Marcelino ha bajado a una el miércoles, jueves y viernes. El sábado hay partido y luego dos días de descanso. Pero eso no significa que se baje el pistón lo más mínimo. Al contrario. De hecho, está tan metido que se ha llevado un balonazo involuntario de Berenguer en la tarea de esta mañana durante lanzamienos a puerta en los que exigía goles. Ha sangrado por la nariz el técnico, atendido inmediatamente.
La sesión se ha desarrollado por espacio de dos horas, con una primera parte para ejercicios y rondos. En la segunda más técnica, con centros laterales y remates, ya no ha participado Unai López, que se ha quedado sentado en el banquillo. Está descartado y va a permanecer así a la espera de una salida. El Rayo lo tiene en su agenda, pero no puede llegar a las cifras que percibe y menos pagar un traspaso alto.
El presidente Elizegi ha presenciado el trabajo. Iñigo Martínez se ha retirado antes de acabar, por precaución. Han sudado en el Campo 5 un total de 22 jugadores, incluyendo a Iru, habitual estos días ante la ausencia de Unai Simón, que está participando en los Juegos de Japón. Los chavales del campus se quedan admirándolos cuando van a su tarea. No han salido al exterior Muniain, Nolaskoain, Kodro, Córdoba y Yeray. Tampoco Yuri, operado en el pubis la semana pasada en París. La última parte de la sesión ha consistido en triangulaciones con recepción al medio, aperturas a banda y tiro a gol. Con mucha exigencia de Marcelino, gritando y corrigiendo en todo instante. En último término, ya sin los centrales ni pivotes, se ha quedado Dani García sirviendo balones a los rematadores para controlar de espaldas, orientar la bola, esquivar a un muñeco y disparar. En toda esa tarea se han lucido Sancet, Raúl García, que remata todo lo que le cae, y un Agirrezabala inconmensurable con paradones taponando el arco.