Lunin en la encrucijada
En la temporada 2020-21 sólo jugó 120 minutos y sabe que con Courtois no tendrá muchas más oportunidades. Su duda: intentar salir para crecer o seguir a la sombra del belga.
El Real Madrid arrancó la pretemporada con sólo 13 integrantes de la primera plantilla, 14 si contamos a Altube, portero del Castilla y, de facto, tercer guardameta de la plantilla blanca. Entre ellos está Andriy Lunin, el primer suplente de Thibaut Courtois en la portería madridista, que no entró en la lista final para la Eurocopa con Ucrania y que ha arrancado esta preparación en medio de una encrucijada: puede quedarse en el Madrid, con la garantía casi absoluta de que no dispondrá de minutos (salvo que Courtois se lesiones), o intentar una salida en forma de cesión o traspaso con la que seguir creciendo a baste de minutos.
Porque esos minutos que necesita todo joven, y Lunin lo es (sólo tiene 22 años), escasean en el Madrid: cerró la temporada 2020-21, la primera en la que integró la plantilla madridista, con apenas un partido jugado y 120 minutos en total. Bien es cierto que las circunstancias no se alinearon con él: fue el portero del Alcoyanazo (2-1 en la primera ronda del Madrid en Copa) y la eliminación temprana del Madrid le impidió disponer de más encuentros en el torneo del KO. En Liga y en Champions no pudo jugar ni una vez, con el Madrid al límite en ambas competiciones casi desde el inicio, sin margen para probaturas.
Está por ver qué opina Ancelotti en relación al puesto de portero suplente. En el pasado en el Madrid, demostró que la Copa es el torneo que deja para el guardameta reserva: así lo hizo en la 2014-15, en la que Keylor Navas fue el elegido para participar en la competición organizada por la RFEF, con el tico a la sombra de Casillas. La temporada 2013-14 no sirve para sacar conclusiones a este respecto: fue el curso en que Diego López y Casillas se repartieron la Liga (para el primero) y la Copa y la Champions (ambas para el segundo). Un experimento que, casualmente, salió de perlas: se ganaron los dos torneos que jugó Casillas, la Liga estuvo cerca, pero finalmente fue para el Atleti. Como curiosidad, en la 2014-15 Luis Enrique repitió la experiencia con Bravo y Ter Stegen en el Barcelona y acertó de lleno: ganó el triplete.
Lunin, ni en Madrid ni en Ucrania
Lunin no juega con fluidez un curso completo desde la temporada 2017-18, la última en que perteneció al Zorya Lugansk ucranio, antes de firmar por el Madrid. En la 2018-19 fue cedido al Leganés, donde estuvo a la sombra del Pichu Cuéllar y apenas jugó 544 minutos en siete partidos. En la 2019-20 el Madrid buscó una cesión con mejores perspectivas para él (la relación con el Leganés se deterioró por el poco protagonismo que recibió Lunin) y fue cedido al Valladolid, donde Sergio siempre apostó por Masip y apenas le dio dos partidos de Copa, 210 minutos. El Madrid no permitió que pasase otro año prácticamente en blanco y rompió la cesión en enero para mandarle al Oviedo, en Segunda. En Asturias resurgió: 1.800 minutos en 20 partidos en los que encajó sólo 20 goles y dejó la puerta a cero seis veces.
Su escaso bagaje en el curso 2020-21 en el Madrid terminó por pasarle factura con Ucrania, donde siempre había tenido hueco tras triunfar en las inferiores: fue el héroe de la Ucrania Sub-20 que se llevó el Mundial 2019, encajando sólo cuatro goles en seis partidos. Venía siendo convocado con la absoluta hasta octubre de 2020, cuando se frenó esa tendencia, con Shevchenko inclinado por tirar de porteros con ritmo de competición como Buschan, Pyatov o Trubin. Si sigue en el Madrid, sus opciones de volver con su selección son escasas; si sale, esa puerta puede volver a abrirse...