FRANCIA
Al Khelaïfi, orgullo o vender
Si finalmente Mbappé no quiere renovar, el presidente del PSG afrontaría una situación límite con el futuro del jugador, que podría salir gratis en 2022.
Si algo ha caracterizado a Nasser Al Khelaïfi en sus diez años en París, ha sido la capacidad que ha tenido para no desestabilizarse, además de ganar prácticamente todas las batallas con los jugadores. No le tembló el pulso para enviar a la grada a Ben Arfa o Rabiot, ganó el duelo con Neymar en su deseo de volver a Barcelona, evitó la marcha de Verratti cuando el italiano pidió salir y siempre ha tenido la sartén por el mango en las situaciones límite. Sin embargo, el panorama cambia radicalmente con Kylian Mbappé.
Según informó L'Equipe ayer, el delantero ya le ha comunicado al PSG su deseo de no renovar y, aunque podría respetar el año de contrato que le resta, Al Khelaïfi tiene que actuar cuanto antes. El jeque tendrá que elegir entre el orgullo de no querer vender a una de las estrellas del equipo actualmente o venderle para intentar sacar una cantidad importante de dinero, algo que parece importarle poco al presidente del PSG, ya que el conjunto parisino, que tuvo pérdidas de más de 200 millones de € durante la pandemia, no atraviesa en estos momentos por una situación económica delicada.
Si el PSG se cierra en banda y no quiere vender a Mbappé, el gigante francés correría el riesgo de ver salir a su estrella gratis en 2022, algo que no quiere permitir Al Khelaïfi bajo ningún concepto, a tal punto de haberse entrometido en las negociaciones por su renovación ante la incapacidad de Leonardo de convencer al de Bondy. El qatarí se ha mostrado impasible siempre que se le ha preguntado por el futuro de Kylian, afirmando en L'Equipe hace un mes que no dejarían salir al delantero ni esta temporada ni libre en 2022.
El orgullo de Al-Khelaïfi podría ser un condicionante la próxima temporada en París. Si no termina convenciendo a Mbappé de renovar, la tensión dentro del club podría aumentar considerablemente, más si cabe atendiendo a los precedentes con Ben Arfa o Rabiot. Sin embargo, el jeque no tiene en mente dejar en la grada al exjugador del Mónaco bajo ningún concepto y su prioridad sigue siendo el diálogo, aunque el tiempo se le agota para decidir a medida que pasan los días.