Olmo, el viejo sueño croata
Croacia intentó nacionalizar al internacional español cuando jugaba en el Dinamo Zagreb. Él se sintió halagado, pero siempre tuvo claro que elegía a España.
Dani Olmo estuvo cinco años y medio viviendo en Zagreb, los mismos que pasó jugando en el Dinamo. Siendo cadete, tomó una decisión arriesgada: abandonar la cantera del Barcelona para marcharse a Croacia. Allí le daban un proyecto en el que iba a ser futbolista del primer equipo del Dinamo Zagreb en el corto plazo, algo que en el Barça veía inalcanzable.
La apuesta le salió de forma inmejorable, porque se convirtió en indiscutible, maduró como futbolista y como persona y atrajo la atención de los grandes de Europa (en enero de 2020 el Leipzig le fichó por más de 30 millones de euros).
El interés no fue sólo por parte de los clubes, también de la selección croata. Cuando todavía no había sido convocado ni por la Sub-21 española, llamaron a su puerta para intentar convencerle de que jugara con la absoluta de Croacia. Dani lo agradeció, porque considera que es su segunda casa, pero lo rechazó porque su sueño era jugar con España. Poco después de aquello se convirtió en fijo para la Sub-21 de De la Fuente (ganó la Eurocopa Sub-21 siendo MVP en la final) y más tarde se asentó en la Absoluta.
Su fidelidad a España la ha demostrado este verano: es uno de los jugadores que hará doblete y disputará Eurocopa y Juegos Olímpicos. En un principio el Leipzig quiso impedirlo, pero la insistencia de Olmo les hizo cambiar de opinión. El futbolista cuenta con el consentimiento por escrito de su club de que le dejan ir a Tokio.