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EUROCOPA (C) | PAÍSES BAJOS - AUSTRIA

El racismo se paga

Arnautovic se pierde el partido ante Países Bajos por el insulto sexista y racista a un macedonio. Austria deberá confiar su ataque al gigantón Kaljdzic.

Entrenamiento de la selección de Austria con Arnautovic al frente.
AFP
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De Marko Arnautovic siempre se ha dicho eso de que es un genio incomprendido o que si hubiese tenido mejor cabeza podría haber hecho mucho en el mundo del fútbol. Con más talento que cabeza, este delantero austriaco, que ha llegado a jugar en Holanda, en el Inter de Milán y en la Premier antes de defender ahora los colores del Shanghai en la liga china, se ha erigido en el gran protagonista de la previa del partido que esta noche (21 horas Johan Cruyff Arena) jugarán los Países Bajos ante Austria. Y no para bien (sigue el encuentro en directo en As.com).

En un partido que a priori debe de decidir cuál de las dos selecciones va a ser primera de grupo (ambas lograron los tres puntos en la primera jornada) Austria perderá a Arnautovic por sanción. La UEFA ha comprobado que tras marcar su gol ante Macedonia del Norte, Arnautovic, de origen serbio, insultó a Ezgan Alioski diciéndole "me follo a tu madre, shiptar", palabra extremadamente despectiva que se utiliza en ciertas partes de los Balcanes para referirse a los albaneses. La UEFA ha considerado que este exabrupto merece un partido de sanción.

Así que Arnautovic no estará hoy sobre el césped aunque haya pedido perdón públicamente y haya anunciado que donará 25.000 euros para un proyecto de integración para tratar que "mi mal comportamiento tenga al menos un efecto positivo".

Sin Arnautovic, Austria deberá confiar su ataque al gigantón Kaljdzic, con menos talento, pero más sentido común que su compañero de ataque. A sus 23 años y tras una gran temporada en el Stuttgart, es un jugador que afronta una etapa clave de su crecimiento.

De Boer, seguro. En el lado de Países Bajos, la previa del partido no tiene nada que ver respecto a la que se vivió antes del debut contra Ucrania cuando a Frank de Boer le cayeron presiones por todas partes para modificar su esquema.

Los oranje solventaron la papeleta con más fútbol que resultado, que es lo que gusta en ciertos lugares y ahora ha ganado tranquilidad.