Vargas cruza los dedos
El atacante del Espanyol cierra la concentración de Argentina Sub-23 con 45 minutos en dos partidos y la incertidumbre de si cumplirá su sueño de ir a los Juegos Olímpicos.
Recogió los bártulos Matías Vargas en las últimas horas y se despidió del Marbella Football Center, con la incertidumbre de si volverá a pisar esas mismas instalaciones dentro de unas semanas, cuando el Espanyol realice allí su pretemporada. La incógnita, más allá de su futuro inmediato como jugador perico, gira en torno a la última camiseta que ha vestido estos días en el centro de alto rendimiento andaluz, justo antes de irse de vacaciones: la albiceleste.
El ‘Monito’ participó de la concentración de Argentina Sub-23 para preparar los Juegos Olímpicos de Tokio, igual que había hecho en los amistosos de marzo en Japón. Pudo jugar este viernes 45 minutos ante Arabia Saudí (victoria por 0-2), y sin embargo no gozó ni de un solo minuto el martes frente a Dinamarca (1-2). Tampoco había formado parte Vargas del Preolímpico, y de hecho a esta convocatoria última ha acudido por los positivos en COVID-19 de Leonardo Balerdi y Nazareno Colombo.
Esa es la gran duda del atacante del Espanyol: saber si el seleccionador argentino, Fernando Batista, contará finalmente con él para los Juegos Olímpicos. No hace demasiadas semanas, antes de terminar LaLiga Smartbank con el Espanyol, Vargas manifestaba claramente su deseo: "Para mí es un sueño poder ir a los Juegos Olímpicos o a cualquier torneo con la selección". Y sentenció: "Es algo que estoy deseando y soñando, me estoy preparando, quiero estar y ojalá se dé". Es cuestión de tiempo saber si viajará a Tokio para medirse a Australia, Egipto y España, en el inicio de la lucha por las medallas.
