Depay demuestra su hambre
El delantero, pretendido por el Barça, anotó un doblete que sirvió para que Holanda no empezara la preparación con una derrota ante Escocia.
No hace falta decir que los amistosos previos a una Eurocopa no tienen demasiada relevancia. Los entrenadores se lo toman como un primer ensayo en los que ir comprobando si los primeros entrenamientos están dando frutos. Algunos optan por poner en el primer partido de preparación su once ideal y a raíz del funcionamiento de este, retocarlo. Otros optan por combinar a suplentes y titulares en busca de un equilibrio para que todos los jugadores lleguen con minutos y buenas sensaciones al gran torneo. El encuentro entre Holanda y Escocia pareció ser de los primeros. Tanto De Boer como Clarke sacaron lo mejor que tienen y el resultado fue un partido competitivo del que tomar bastantes notas.
La primera, además de ser de interés para De Boer, también le interesa a Koeman. Wijnaldum y Depay se entienden bien y aportan mucho a su equipo. El primero, empuje y equilibrio en el medio y el segundo, lo contrario, desequilibrio en ataque. Entre ambos fabricaron el primer gol de Holanda (asistencia del medio y gol del delantero) y demostraron llegar en buena forma a la Eurocopa. Wijndal, el lateral zurdo que también está en la agenda del Barça, pasó desapercibido.
La mala noticia para Holanda es una que ya conoce desde hace meses. Sin Van Dijk, es débil atrás. La ausencia del central del Liverpool ha creado un auténtico agujero, tanto en su equipo como en la oranje. Todos los que le acompañaban antes son peores sin él. Le ha pasado a sus compañeros en Anfield y le pasa a De Ligt, que no da el paso para asumir el liderazgo de la Oranje.
Por contra, Escocia se fue del partido con una sonrisa. Demostró altura para competir en la Eurocopa después de 23 años si clasificarse a un gran torneo. Comenzó el partido apretando a Holanda y se adelantó por medio de Hendry tras un robo en campo contrario. Luego se mantuvo ordenado en defensa y no se desmoronó a pesar del empate. Todo lo contrario, siguió firme y supo correr bien al espacio. Así llegó el gol de Nisbet. El segundo tanto de Depay, en el último minuto, no les robara la ilusión ni las buenas sensaciones. Si Gales pudo llegar a semifinales hace cinco años, por qué no ellos.