El sueldo de Ancelotti y la cláusula que protege al Madrid
El Everton, según ha podido saber AS, ha puesto muy pocos impedimentos para que Ancelotti se vaya al club blanco, que inicia una nueva etapa en el banquillo.
Ancelotti vuelve a ser entrenador del Real Madrid. Sus dos primeras temporadas fueron realmente exitosas: una Copa de Europa, una Copa, la Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Si su primera andadura estuvo marcada por la BBC, en esta segunda el italiano tendrá que afrontar una renovación importante de la plantilla, en la que hay pesos pesados que pasan claramente de los 30 años o están en ellos (Kroos, Modric, Ramos, Benzema…) y hay jóvenes estrellas que están por llegar. Necesitará tiempo para hacer funcionar al equipo. Un proyecto largo. De momento, ha firmado por tres temporadas. Y el Everton no ha puesto trabas para la salida del italiano. Fue décimo en la última Premier y tenía un gran contrato. Un alivio también para la entidad blanca que no ha tenido que pagar mucho finiquito
Ancelotti firma por tres años con el Real Madrid. En este sentido, la entidad blanca viene practicando en los últimos años una estrategia que le ha servido para ahorrarse grandes cantidades de dinero. Con ella, se cubre las espaldas. Es la cláusula que permite a la entidad prescindir de los servicios de su técnico pagándole lo que le quede por percibir de salaria esa temporada y una entera más.
De este modo, si un técnico cobra 12 millones de euros (uno al mes) y es despedido a finales del mes de abril, percibiría dos millones de euros (los correspondientes a mayo y junio de esa temporada), más un ejercicio entero (otros 12 millones) aunque le quedaran dos o tres años más de contrato.
En el caso de Ancelotti, no ha trascendido el sueldo que ha acordado con el Real Madrid para esta segunda etapa, pero sí que se lo ha rebajado para hacer factible su vuelta. Sí trascendió en Inglaterra hace unos meses que estaba cobrando 11 millones de libras por campaña por entrenar al Everton. Los técnicos han ido subiendo su caché de manera progresiva en los últimos años. Mourinho, por ejemplo, solía decir que quería cobrar un euro más que la máxima estrella de su plantilla para poder ser respetado. Eso, en equipos con superestrellas como Messi, Griezmann, Bale, Cristiano, Hazard o Benzema, es casi imposible.