Revolución progresiva
El Madrid prevé cambios en los dos próximos años pero la transición no será abrupta porque la crisis económica no lo permite. Los ingresos para esta campaña están sobre los 617 millones.
"Necesitamos un cambio… El mundo, sin movimiento, no evoluciona". Fue la sentencia de Florentino Pérez en las entrevistas que concedió para explicar el proyecto de la Superliga cuando se le preguntó por el Real Madrid del futuro. La entidad es consciente de que hay que empezar a agitar el árbol después de que esta plantilla cargada de estrellas haya ganado tanto. Hay jugadores como Ramos, Modric, Benzema o Marcelo que pasan claramente los 30. Y nuevos nombres que están por venir. Pero, en ningún caso, será una revolución abrupta. Será una renovación progresiva.
Lo será porque el Madrid entiende que los jugadores que forman parte de esta plantilla pueden dar mucho, pero también porque las apreturas económicas por la caída de ingresos por la pandemia impiden que se acelere más el pretendido cambio. Los ingresos proyectados para esta campaña están en 617 millones cuando debería acercarse a los 900. Casi 300 millones de diferencia. En este caso, el Real Madrid, sin un Estado o magnate detrás, tendrá que hacer un esfuerzo de planificación.
Es evidente que antes de que lleguen fichajes se debe generar caja con algunas salidas. También debe abrirse hueco en la masa salarial, que a día de hoy, para los casi 800 trabajadores que hay en el club, se sitúa en 448 millones de euros. Entre los nombres que claramente están en la rampa de salida para hacer caja están los de Bale, Jovic, Marcelo, Isco, Ceballos… Hay otros casos como los de Varane, Asensio o Hazard, más cotizados, que hay que estudiar dependiendo de las ofertas que puedan llegar. En cualquier caso, se prevé un mercado en el que se muevan muchos jugadores, pero poco dinero, y que se practique el trueque o intercambio de fichas.
En cuando a las llegadas la hoja de ruta es clara. Primero se quiere traer a la pieza angular del proyecto. Descartado que lo sea Hazard, el Madrid quiere poner toda la carne en el asador para traer a Mbappé este mismo verano. De momento ha conseguido su primer objetivo, y es que la estrella no renueve. Si el PSG no accede a venderlo este verano, esperará a que quede libre en el de 2022.
Haaland está en un caso parecido al de Mbappé. Como el francés, su deseo es vestir la camiseta del Madrid. Pero el club blanco ya ha comunicado a su representante que este verano sería muy difícil para la entidad afrontar una operación de es calibre. La clasificación del Dortmund para disputar la Champions permite al noruego continuar una temporada más en el Borussia, formándose y jugando en el escaparate europeo, esperando al Madrid. Hay un acuerdo entre Raiola y el Dortmund para facilitar su salida en ese momento.
El otro nombre nuevo para la próxima temporada es el de Alaba, otra gran operación para el Real Madrid, pues el austriaco queda libre y viene a coste cero. Sólo hay que pagar una prima de fichaje al padre del futbolista y Alaba cogerá el mismo sueldo que tiene Ramos, 12 millones netos por temporada. Pero tiene 28 años y cinco años de carrera al mejor nivel por delante. Junto al del Bayern habrá otros dos nombres clave, los de dos canteranos, Miguel Gutiérrez para el lateral y Blanco para el mediocentro. También se cuenta con la vuelta definitiva de Odegaard.
Para esta primera temporada de renovación no se pueden esperar muchas sorpresas. Si para el siguiente verano, cuando los ingresos se hayan reestablecido tras la vuelta del público a los estadios. Entonces puede quedar aún algún gran nombre pendiente, como el de Mbappé y Haaland, o por qué no se vuelva a mirar a Camavinga, cuya contratación ahora es secundaria tras la irrupción de Blanco.