Portugal gana la batalla con Italia: será el rival de España

Portugal eliminó a Italia con un 5-3 tras un partido intenso y divertido que vio a los de Rui Jorge triunfar solo en la prórroga, y será el rival de España en la semifinal de la Eurocopa sub-21. Fue una victoria merecida para los portugueses, aunque el conjunto de Nicolato vendió cara su piel y se rindió solo cuando (otra vez) se quedó con 10 contra 11 y se le acabaron las fuerzas.

Que el choque iba a regalar espectáculo se entendió tras apenas seis minutos, cuando Dany Mota abrió la lata con una maravillosa chilena en un córner. El mismo delantero del Monza, en el 31', alargó la ventaja de los suyos siempre en un saque de esquina, esta vez peinado por Bragança, que el delantero controló y convirtió en el 2-0 con un zurdazo. Justo antes del descanso, sin embargo, la Azzurra recortó distancias con otro córner gracias a Pobega, que recibió un pase de Frattesi.

El combate de boxeo con un golpe en cada portería continuó en la reanudación: Gonçalo Ramos firmó el 3-1 al primer toque y Scamacca respondió empujando entre palos otro centro de Frattesi. Los de Rui Jorge, en la última media hora antes del 90', encerraron a los rivales en su área, pero desperdiciaron varias veces el balón de la sentencia e Italia consiguió llegar a la prórroga sobre la bocina. En el 89' Cutrone, que había entrado poco antes (y, quizás, demasiado tarde), aprovechó un centro raso de Sottil, imparable en la banda izquierda, y materializó el 3-3. El empate in extremis no le sirvió a Italia para sumar energías en la prórroga, y su misión desesperada se complicó con la sexta tarjeta roja en los cuatro partidos que disputó en esta Eurocopa, un récord absurdo. Esta vez le tocó a Lovato, que vio su segunda amarilla por una falta sobre Dany Mota.

En inferioridad numérica, la Azzurra rozó increíblemente el 4-3 otra vez con Cutrone, pero se desmoronó en los últimos 15 minutos de juego. En el 109', Jota combinó con Baró y batió a Carnesecchi con un remate cruzado, mientras que, a un minuto del pitido final, Francisco Conceiçao cerró la contienda con una jugada personal, la del 5-3 definitivo. La batalla se acabó ahí.