Maignan y sus cuentas pendientes con Ibra y Rabiot
El portero está a punto de firmar con el Milan. En Italia se reencontrará con jugadores de la época del PSG: Ibra, con quien intercambiaba insultos, y Rabiot, con quien casi se pegó.
Mike Maignan se encuentra ya en Italia. El hasta ahora portero del Lille, proclamado el domingo flamante campeón de la Ligue 1 francesa, está a punto de firmar con el Milan para las próximas cinco temporadas. Un fichaje que hace temblar el fútbol italiano por varios motivos: porque es un gran portero, porque su llegada pone a Donnarumma, protagonista de noticias que le sitúan fuera del Milan, en la parrilla de salida (le quedan días de contrato) y porque arrastra cuentas pendientes que tiene con viejos 'amigos' de su época del PSG, con los que se reencontrará en la Serie A italiana.
La Gazzetta dello Sport desvela alguno de los episodios más tensos con algunos de sus viejos "amigos", a los que está a punto de volver a ver. El reencuentro más esperado es el de Zlatan Ibrahimovic, con el que volverá a coincidir en el Milan. Maignan, de 25 años, volverá a compartir equipo con el delantero sueco, de 39. Son conocidas las disputas en el club francés cuando Maignan era un chaval y estaba comenzando e Ibra, ya un futbolista consagrado, hace ya algo más de un lustro.
"Aunque no nos conocemos desde mucho tiempo, me gusta Zlatan. Es un tipo de verdad que te dice las cosas a la cara. Pero le respondí de la misma manera, a pesar de que era un niño en ese momento. Era mi primer año como profesional y tenía 17 años. Ibrahimovic pateaba balones a 400 por hora, incluso si tenía que anotar para Buffon o Julio César. No pude salvar y luego me gritó: 'Portero de mierda'. Todo, porque no paraba sus lanzamientos. Pero cuando le paré uno, le respondí con el mismo insulto: 'Delantero de mierda'. Él apreció el gesto", cuenta Maignan.
Con Rabiot, centrocampista de la Juventus, también tiene un pasado un tanto conflictivo. Los 'piques' que tuvieron ambos en el PSG no fueron tanto verbales sino más de acción. Maignan recuerda el carácter "difícil" de Rabiot: "Casi llegamos a las manos la segunda vez que nos encontramos. Todo fue por una broma que le hice y que tomó como una falta de respeto. Es un tipo tranquilo, pero tiene un carácter muy fuerte. Desde entonces nos llevamos bien".