Montilivi marca el camino hacia la felicidad a Girona y Alcorcón
Los rojiblancos buscan sellar cuanto antes el playoff de ascenso y los alfareros, la salvación. Francisco recupera a Samu Saiz y quiere el séptimo triunfo seguido.
Ganar y volver a ganar. Esta es la receta del éxito y lo que persiguen Girona y Alcorcón en las dos jornadas que restan para tratar de alcanzar la gloria sin la necesidad de mirar a sus respectivos rivales directos (sigue el partido en directo en AS.com). Los dos conjuntos están a un solo paso de certificar sus objetivos, pero deben darlo. Montilivi puede erigirse este lunes en el mejor trampolín hacia la gloria porque mientras que los rojiblancos, si ganan y Sporting y Rayo no suman, se asegurarán el playoff de ascenso a Primera, los alfareros juegan sabiendo que un triunfo les da seguro la permanencia. Lo que está claro es que, sin duda, la victoria pocas veces se paga de una manera tan dulce.
El Girona es consciente que no depende de sí mismo para asegurarse ser equipo de playoff esta jornada, pero en el vestuario rojiblanco no existe preocupación. Saben que sellando cuatro de los seis puntos que restan lo tendrán en el bolsillo sin la necesidad de mirar al resto de rivales directos y ello les da alas. Además, parece que no tienen frenos tras lograr 28 puntos de los últimos 33. Encadenan seis victorias y este lunes ante el Alcorcón están en disposición de hacer historia. No sólo es su mejor racha en el fútbol profesional, sino que la última vez que lograron siete triunfos seguidos fue la temporada 1988-89. Francisco recupera para recibir este lunes a los alfareros a Samu Sáiz y dispone de toda su plantilla. El objetivo es ganar porque si Sporting y Rayo no suman les aseguraría un puesto en el playoff de ascenso, aunque no puede haber un exceso de confianza. Y es que el problema de tener el 'goal average' perdido con todos sus rivales directos les impide tropezar. Si los rojiblancos no suman ningún punto ante el Alcorcón y Sporting (juega en Fuenlabrada) y Rayo (visita al Castellón) ganan sus partidos, el Girona sería séptimo y llegaría a la última jornada fuera de los puestos de playoff.
Pero Francisco, que destila humildad, esfuerzo y trabajo, se ha encargado de preparar mentalmente a su equipo para no fallar. Están cerca de la meta y la oportunidad que tienen es de oro. El técnico, fiel a su 3-5-2, no variará a su equipo titular en el intento de alargar el estado de gracia por lo que el 'modus operandi' está claro: seguridad defensiva con Juanpe, Bueno y Arnau; el temple y la calidad en la medular la pondrán Cristóforo y Gumbau; y arriba el intocable Stuani. El uruguayo, además, tiene una cuenta pendiente con el Alcorcón porque nunca le ha marcado.
El Girona es actualmente un equipo sin fisuras, pero si se habla de fiabilidad hay que referirse también a Anquela y a su Alcorcón. Los alfareros basan su fútbol en un bloque de presión muy alto, un juego defensivo solidario y gran orden táctico. Dos puntos en los dos últimos partidos de Liga que restan les bastarían, pero el técnico no quiere relajación ni euforia. Tras vencer al Sabadell, la confianza es máxima y todo indica que apostará por jugar con un único delantero. No puede contar con Fidel Escobar, sancionado, ni con el lesionado Aguilera, pero vuelven Nwakali y Boateng. Poderío para alcanzar la salvación.