Día grande en Badajoz
El 50% de aforo limita las entradas vendidas, pero no la ilusión que inundará el Nuevo Vivero. Badajoz y Amorebieta buscan 'estrenarse' en Segunda.
Colas interminables de aficionados luchando por formar parte de un día histórico. La locura desatada en Badajoz con su equipo supera con creces el 50% de aforo que la pandemia ha colocado al Nuevo Vivero. Las entradas, tanto las propias como las que la Amorebieta no logró vender, volaron, demostrando que la limitación no evitará que la ilusión sí que llene el feudo blanquinegro. De hecho, la Junta de Extremadura trató, sin suerte, de elevar la capacidad hasta un 75% ante la tremenda demanda.
El sorteo entregó a los hombres de Fer Estévez el papel de verdadero local, aunque su estadio también remueve positivismo en su rival. Y es que los azules ya ajusticiaron al Linares (1-2), también favorito y campeón de grupo, en el escenario en el que este sábado se decidirá quién amanece el domingo como nuevo equipo de LaLiga Smartbank. Un hito que ni vascos ni extremeños han logrado, aunque con un matiz.
Un estreno real y otro entrecomillado
El actual Bada fue fundado en 2012 tras la liquidación del mítico Badajoz, histórico de Segunda División en los 90, heredando escudo, marca, distintivo histórico y sobre todo sentimiento. En la 1992-93, la ciudad disfrutó, con Paco Herrera en el banquillo, de su último ascenso a la categoría de plata. Ahora, el ambicioso proyecto de Joaquín Parra, presidente del club, está a 90 o 120 minutos de repetir gesta.
Estévez ha demostrado durante el curso tener armas suficientes para suceder a Herrera y en esta batalla final, con el factor cancha a favor, podrá contar con todos sus nombres altisonantes. Corredera, Aquino, Tomás, Kike Royo, Sergi Maestre, David Concha… Todos ellos tuvieron su dosis de gloria hace una semana para ganar al Zamora (2-0) y demostraron que el apelativo de rey de la categoría no es gratuito.
Enfrente estará un Amorebieta, ellos sí que firmarían su primer ascenso a Segunda, que ha competido de tú a tú con la tiranía de los grandes filiales vascos y con una fase de ascenso impoluta llegaron hasta este Playoff como un outsider que ya ha dado cuenta de otro Goliath. Íñigo Vélez es consciente de la dificultad de la empresa y ha reconocido en la previa que "el Badajoz fue el mejor de los 102". Pero esa evidencia debe impulsar a los Saizar, Arregi, Orozco, Álvaro (estos últimos goleadores ante el Linares) y compañía, que han hecho de la solidez su seña de identidad. Estos son los ingredientes de un cóctel que explotará en alegría o tristeza. Todo dependerá del barrio.