La supremacía del grupo estaba entre la Unión Soviética y España, aunque Irlanda del Norte podía ser el juez que ayudase a inclinar la balanza. En el partido de Moscú no pudieron alinearse Pirri ni Gárate, ambos lesionados, y se notó su ausencia. El partido de Sevilla decidiría la clasificación. En el Sánchez Pizjuán, el equipo español jugó mejor que el soviético, pero fue incapaz de batir al gigantesco Evgeni Rudakov, un digno heredero de Lev Yashin. (Foto de apertura: Rudakov detiene un balón en Sevilla).
Grupo 4
Clasificación GRUPO 4
Equipo
J
G
E
P
Gf
Gc
Pts
URSS
6
4
2
0
13
4
10
España
6
3
2
1
14
3
8
Irlanda N.
6
2
2
2
10
6
6
Chipre
6
0
0
6
2
26
0
Comienzo victorioso en Sevilla
Luis Aragonés fue el autor del tercer tanto ante los irlandeses en Sevilla. El encuentro no tuvo dificultades para que España comenzase con un triunfo.
Todos los partidos del Grupo 4
España 3-0 Irlanda N.
Sevilla. 11-11-1970
Iríbar; Rifé, Gallego, Sol (Hita 46’), Costas; Pirri, Violeta; Arieta, Luis, Quini (Lora 46’ ) y Rexach.
Se jugó en Inglaterra por la inseguridad existente en el Ulster
Llegó muy tarde
En el estadio Lenin, el equipo español, privado de Pirri y Gárate, no estuvo a la altura que se esperaba. Se jugó con excesivas precauciones y la reacción final, cuando los soviéticos se adelantaron en el marcador, sólo tuvo el tardío premio del gol de Rexach.
AS cubrió con gran despliegue el primer partido que la selección española jugaba en Moscú.
Decepción en Sevilla
El partido del Sánchez Pizjuán estuvo rodeado de enorme expectación. La confianza en la victoria española era total. El jugador número doce respondió a la perfección. El equipo español dominó el encuentro de principio a fin y jugó con garra y calidad. Sin embargo no llegó el triunfo que era indispensable para obtener la clasificación. La mala suerte, la falta de puntería y en especial Rudakov hicieron que el primer tiempo acabase 0-0. En la segunda parte el gol se veía venir. España mejoró su juego, pero Rudakov tuvo intervenciones milagrosas. Ni Yashin hubiese mejorado su actuación.
El caso de los Rodri
Iríbar amaneció indispuesto en vísperas del partido con la URSS. Kubala ordenó que llamen a Rodri. Y en el banquillo se sentó Rodri, el sevillista, cuando en la lista oficial estaba inscrito el Rodri del Atlético.
Irlanda no desequilibró
Los irlandeses eran imprevisibles porque dependían de que los clubes ingleses les cedieran a los jugadores que militaban en sus equipos. En esta ocasión cumplieron con su deber. Ganaron a Chipre, perdieron en sus viajes a Moscú y Sevilla y empataron con los poderosos en casa. Ni dieron ni quitaron.
Por fin se jugó
La situación del Ulster era de gran inseguridad y el partido con España se aplazó varias veces. Tampoco tenía ya trascendencia para la clasificación. Finalmente se decidió jugarlo en Inglaterra y la ciudad minera de Hull fue la designada como sede. Ante 20.000 espectadores los españoles no se esforzaron demasiado y sólo obtuvieron el empate.