Herrerín: "Tras el partido del Madrid llamaron algunos equipos"

Iago Herrerín, tras ocho campañas en el Athletic, emprende un verano intenso en busca de la mejor opción ya libre de ataduras y deseoso de seguir ejerciendo su pasión por la portería. De momento, toca valorar las opciones que le lleguen a su despacho: "Cerrado nada, las Ligas casi ni han acabado o están acabando ahora", señala sobre un abanico que le puede mandar a alguna competición extranjera y lanza un mensaje optimista: "Con el partido del Real Madrid, que es muy mediático por la depedida que tuvimos, al día siguiente ya llamaron unos cuantos equipos que preguntaron por la situación. Ahora es aguantar un poco, esperar a que acabe todo, sentarse, ver lo que hay encima de la mesa, ver lo que me ilusiona y poder ser feliz en otro sitio que es lo que más quiero", señala.

Herrerín es un competidor nato, por lo que espera seguir corroborando su potencial: "Tengo ganas para regalar, nunca he tenido dejadez, estoy deseando ya estar en otro equipo y empezar de cero enfundándome los guantes en otro equipo y demostrar las ganas de competir. No me gusta estar relajado ni tener un papel secundario", reitera. Las vías estos últimos meses para cambiar de aires han sido variadas, pero las circunstancias no le han acompañado. La del AEK griego y Mallorca no se concretaban para Herrerín en el pasado mercado invernal, cuya intención era ya marchar de Bilbao expresando su deseo de marcharse y no resignarse al papel de secundario. Elche y Olympiacos estuvieron rozando el larguero en el pasado mercado veraniego, pero los astros no se juntaron para que el bravo arquero del Athletic Iago Herrerín (25-1-88) hiciese en petate.

Para Herrerín, de 33 años y pasado en el filial del Atlético y Numancia antes de asentarse en el club de Ibaigane, no prosperaron el pasado verano otras opciones abiertas con más dificultades como PAOK, Sampdoria y Everton, difuminadas en el transcurso de las últimas horas del mercado. Ha permanecedo estos menses a las órdenes de Garitano y después de Marcelino García Toral, aunque sin jugar ni un solo partido y como tercer guardameta tras el internacional Unai Simón y Jokin Ezkieta. El meta de Basurto quería además esquivar algunas críticas desmedidas por las redes de algunos de sus retractores, una de las razones de su marcha.