El Monza de Berlusconi, Balotelli y Boateng, contra las cuerdas
La goleada encajada en la ida de semifinales del Playoff contra la Cittadella complica el ascenso del equipo lombardo. El proyecto del mediático italiano necesitará un milagro.
En septiembre de 2018, el fútbol italiano retumbó con una noticia: Silvio Berlusconi regresaba al Calcio. El mediático empresario y ex primer ministro italiano, quien armó el histórico Milan de los 80’ en adelante, compró, mediante su compañía Fininvest, el SSD Monza 1912 (en julio de 2019 cambió el nombre a AC Monza). Lo hizo después de un pago de tres millones de euros, haciéndose con el control total de la entidad lombarda que, por aquel entonces, militaba en la Serie C, la tercera categoría. Además, no llegó solo. Lo hizo acompañado de su mejor mano derecha: Adriano Galliani.
Dos años después tiene al Monza luchando por su primer ascenso a la Serie A. Una localidad reconocida en todo el mundo por el automovilismo, pero que quiere romper ese “estereotipo”. Sin embargo, no todos son luces y esa promoción podría tener que esperar. Después de no lograrlo de forma directa (la Salernitana ganó su partido y ascendió; los lombardos perdieron el suyo contra el Brescia del español Pep Clotet), ahora se aferran a los Playoffs. Precisamente, en la ida de las semifinales cayeron goleados por 3-0 contra la Cittadella, estando al borde de la eliminación. Así, este jueves tendrán una nueva oportunidad para buscar la remontada. Hasta el propio Adriano Galliani, tifoso del equipo lombardo, se encargó de levantar los ánimos de sus jugadores: empapeló todo el vestuario con la palabra “Creámoslo”.
No obstante, los mediáticos fichajes de Kevin-Prince Boateng y Mario Balotelli, que ya coincidieron en el Milan, no han llegado a dar sus frutos de forma regular. Por un lado, el ghanés arrancó con gran protagonismo dentro del esquema de Cristian Brocchi (exfutbolista de Milan, Lazio e Inter), llegando a registrar cinco goles y cuatro asistencias. Pero en este fin de curso su rendimiento ha caído en picado. Mientras que, por el otro, el Bad Boy italiano, fichado en el mercado invernal, también ha aportado otras cinco dianas, aunque su escasa participación ha venido de la mano de las lesiones. Eso sí, también tuvo tiempo para volver a dejar una imagen polémica: marcó un doblete y se desató el lío. Por tanto, el ansiado proyecto de Berlusconi podría tener que esperar una temporada más para lograr el asalto a la Serie A.