Eibar EIB
1
Sergi Enrich 82'
Betis BET
1
Guardado 3'
Finalizado

EIBAR 1-BETIS 1

Eibar y Betis se quedan a medias

Empate a un tanto sirve más a los visitantes, aunque la imagen de los armeros siguió en la línea buena de los último partidos. Sergi Enrich, que puso las tablas, acabó lesionado en el gemelo.

Eibar y el Betis firmaron un empate insuficiente en Ipurua, unas tablas entre dos sabios del fútbol, los más veteranos de LaLiga: Pellegrini (67 años) y Mendilíbar (60). Entre ambos, 803 partidos en Primera. El 1-1 les dejó con poco que celebrar, pues mantiene al equipo guipuzcoano en la cola de la tabla y el verdiblanco no agarró la quinta plaza, está a un punto.

El Eibar no pudo encadenar su tercera victoria consecutiva, algo que le hubiera permitido colocarse a un punto de la zona tranquila. Al borde de un milagro. Y desde luego no fue por falta de ganas, ni de espíritu ni corazón, sino por falta de acierto ante un Betis que se limitó a defender bien un gol tempranero, pero de tanto mirar al marcador y el reloj se acabó durmiendo y no lo pasó bien en el tramo final del choque de Ipurua, uno de los pocos estadios que se le siguen resistiendo en Primera: tres empates y tres derrotas lleva.

Los armeros volvieron a cometer los errores de toda la temporada, y lo malo es que lo hicieron muy pronto. Para el minuto 4, Lainez y Guardado ya habían puesto en evidencia a la frágil defensa aulgrana, anotando un gol que rozó en Atienza y haciendo sobrevolar de nuevo los fantasmas en Ipurua. Conexión mexicana en el Betis y Guardado anotó tres años después. Cierto es que los de Mendilibar mejoraron con el paso de los minutos, pero la defensa bética se mostró muy seria durante todo el primer acto. Dmitrovic incluso tuvo alguna buena actuación antes del descanso, al contrario que su colega Bravo, que prácticamente no tuvo que actuar.

El Eibar se fiaba de su buena ola (lleva nueve partidos sin perder, aunque suma demasiados empates). En la segunda parte, los pupilos de Pellegrini apenas inquietaron la portería guipuzcoana, si bien es cierto que fueron capaces de defender bien los ataques de un desesperado Eibar. Éste encontró, al fin, el gol del empate tras un caramelo de centro desde el extremo de Correa y testarazo de Sergi Enrich, que acabó lesionado en un gemelo. Un estampa heroica. Los locales buscaron la victoria hasta el final, con más corazón que cabeza, y finalmente se quedaron a medio camino. Difícil, sí, pero no imposible.

El misterio de la portería

Una portería fue medida porque en el calentamiento Bravo tocaba el larguero en un extremo y no lo hacía en el otro. Inspectores de LaLiga volvieron a revisarla en el descanso.

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