El principio del fin
Sin puntos trascendentes en juego, ambos equipos quieren acabar con buenas sensaciones y repartiendo minutos. En los locales podría debutar el juvenil Poo
La segunda fase del campeonato ha resultado inusitadamente sosa en el grupo del Racing y el Tarazona. Tanto que lo que ya parecía sentenciado antes de arrancar, el acceso de Real Unión y Racing a la Primera División RFEF, está sentenciado matemáticamente a falta de tres jornadas. Nueve partidos, nada menos, se van a jugar sin más aliciente que el de ir despidiéndose los unos de los otros. En Segunda B, ya se sabe, la movilidad de las plantillas es la tónica general y en el caso de los de El Sardinero es marca de la casa. Se viene un nuevo proyecto con relevo total en el apartado técnico y será difícil que se ofrezca la continuidad a ninguno de los que acaban contrato. Lo que toca, por tanto, es acabar de la mejor manera posible.
Aritz Solabarrieta afirma que no va a regalar minutos, lo mismo que dicen todos sus colegas, pero lo más previsible es que en los 270' que restan por jugar el racinguismo pueda ver en el campo a toda la plantilla, excepto los operados Villapalos y Mantilla. Y si acaso Gerson, que empezó la semana anunciando en Suecia que se va del Racing, la continuó doliéndose de la rodilla izquierda y la ha acabado, pese a entrenar hoy mismo, descubriendo un dolor en la cadera. Tampoco habrá muchos que le echen de menos en El Sardinero. Esta semana tampoco puede entrar Riki, con un fuerte golpe en el gemelo de su pierna izquierda. Sí ha entrado, pero a medio gas Pablo Andrade y lo más probable es que si Solabarrieta decide hacer un cambio en el lateral izquierdo entre antes Antonio Poo, que lo está deseando, que el carioca.
Para el Tarazona la temporada se ha cerrado con el objetivo cumplido de asegurarse plaza en Segunda División RFEF (aunque hubo un momento en el que soñaron con remontar a Real Unión o Racing, pero pronto vieron que no era un objetivo realista. Los de David Navarro han llegado hasta aquí sin renunciar nunca a su estilo, con fútbol combinativo, rombo en el centro del campo y dos puntas. Con las bajas de Campins, Joe y Casi, y el regreso a la lista del veterano zaguero Ripa, los aragoneses quieren disfrutar de su histórica visita a El Sardinero y aprovechar su inmaculado césped para demostrar su manera de entender el juego.
La baja de Riki (en su caso no hay duda de que tiene un golpe dolorosísimo en el gemelo) va a condicionar el estilo del juego verdiblanco, muy marcado por el ovetense desde que llegó en el mercado de invierno. Nana o Marín Solar, físico o balón, dicho de otra manera, ese es el dilema que debe resolver el míster como acompañante de Íñigo Sainz-Maza en la sala de máquinas. Sin querer desmontar el equipo y deseando acabar con tres triunfos que le hagan salir de Santander con un registro numérico estupendo, y eso sería indiscutible con nueve puntos más, Solabarrieta puede jugar con sus cuatro extremos, aunque tal vez en esta ocasión tengan más protagonismo de lo habitual Traver y, sobre todo, Marco Camus, frente a los casi siempre titulares Soko y Álvaro Bustos.
Queda todavía otro partido en casa, la última jornada frente al Ebro, y tal vez sea ese el momento que elija el técnico ondarrutarra para dar la titularidad a los capitanes que no vienen jugando de inicio, que probablemente no seguirán y que, sin duda, El Sardinero querría despedir como se merecen. Iván Crespo, Cejudo o Jon Ander, por ejemplo, saben que tienen el cariño del racinguismo y resta por saberse que tiene pensado Solabarrieta al respecto.
(Foto principal: Marco Camus, perseguido por las lesiones hasta ahora, quiere parar el tráfico en las tres últimas jornadas)
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