ATHLETIC

Simón y Williams, principio y final del Athletic en el Pizjuán

El meta fue un 'gato' bajo palos con tres paradas portentosas ante un Sevilla al que le fastidió la pelea por el título. El ariete acabó con casi tres meses de sequía de cara al gol.

TONI RODRIGUEZDIARIO AS

El fútbol se decide en las áreas y el Athletic ayer tuvo dos estrellas en la propia y la ajena, el 1 y el 9, Simón y Williams. Iñaki se sacó de encima la melancolía con un golazo marca de la casa. Con Sancet como compañero de fatigas y su hermano Nico muy cerca, el ariete rojiblanco dio un golpe a la Liga, ya que descolgó al Sevilla como candidato ayer en el Sánchez Pizjuán. Ya solo se quedan en esa pelea los de siempre, es decir, Madrid y Barcelona, y el que suele apuntarse de vez en cuando, el Atlético. Han sido días en los que Iñaki ha estado en boca de todos por tres circunstancias. Una, por ese dichoso récord de partidos ligueros seguidos que ostenta Larrañaga (202) y que todo tiene pinta de que va a batir allá por octubre.

En segundo lugar, ha pasado a la primera línea por el sueño cumplido de coincidir en el campo con su hermano Nico, encima en San Mamés, ante el Real Valladolid. Ambos repitieron ayer en Sevilla y el pequeño de la saga hasta se inventó un gol con sombrero incluido, aunque fue anulado por claro fuera de juego. Se han reunido en dos tandas de 20 minutos, en los que el mayor ha sumado una asistencia y una diana. Y el tercer factor que estuvo presente ayer en Nervión tocaba más lo sensible. Iñaki destacó el viernes que no estaba pasando por sus mejores momentos en lo anímico y lo físico. Y el técnico, Marcelino, fabricó un discurso a modo de coraza para proteger al 9. "No lo está pasando bien, necesita todo nuestro apoyo". Ayer destacó eso mismo. "El gol le va a venir muy bien".

Williams sénior (su hermano pone el jr en la camiseta) acabó en el Sánchez Pizjuán con casi tres meses de sequía. 14 partidos, 11 de ellos en Liga, llevaba sin perforar la meta contraria. La última vez que marcó fue el 15 de febrero, en la goleada del Carranza, cuando cerró el 0-4. El héroe de la Supercopa, con aquel gol en el minuto 106 que daba el título, lleva también seis tantos en liga y uno en Copa. Al marcar en el feudo del Sevilla ya sabe lo que es levantar los brazos en 20 estadios de Primera. Fue un golazo, una vez que el Athletic montó el contraataque, con el despeje de Vesga, el control orientado de Sancet, que condujo el balón como los ángeles por casi todo el terreno de juego, verificando a los dos defensas que realizaban el balance local. Le cedió a Iñaki en el momento preciso y este definió con clase por la escuadra contraria de Bono cuando este salió y abrió piernas y brazos para achicar. Tras el 0-1, se mostró muy feliz por el triunfo y aseguró que ahora intentarán "luchar por Europa hasta que lo permitan las matemáticas".

La otra gran noticia del día fue el partidazo que se soltó Unai Simón. "Es el puto amo", llegó a decir de él Garitano. "Ha sido decisivo", le dedicó ayer Marcelino. Su capacidad de reacción en tres balones que entraban rasos fue portentosa. Su actividad bajo el marco le consagra como un portero de talla internacional, aunque aún debe pulir las salidas, como en un córner reciente ante el Atlético que le dejó tocado. También trata de mejorar sus salidas con el pie, por ejemplo con España ante Kosovo se fue a la aventura y dio el cante. Ha logrado dejar la portería a cero en tres de los últimos seis partidos. Nadie le quita ni un minuto, tan solo cedió el puesto bajo los palos a Ezkieta en Copa en las primeras rondas, ante Ibiza y Alcoyano.  

Lo más visto

Más noticias