Orellana, ante la hora de la verdad
El máximo goleador del Real Valladolid puede igualar en las últimas cinco jornadas los ocho goles que marcó en el Eibar el curso pasado.
Fabián Orellana marcó de cabeza en San Mamés su sexto gol de la temporada, que le sirve para mantenerse en lo alto de la tabla de goleadores del Real Valladolid, superando gracias a ese tanto a Shon Weissman, que anotó el quinto en el mismo escenario, a la postre, valedero de un importante punto. Asimismo, el testarazo a la salida de un córner permite al chileno situarse a dos tantos de los ocho que firmó con el Eibar la pasada campaña.
'El Poeta', como es conocido en su país, es uno de los futbolistas más longevos que ha alcanzado dichos guarismos, solo superado por tres 'viejos rockeros' amantes del gol como son Roberto Soldado (nueve goles y 35 años), Jorge Molina (seis goles también, pero 39 años) y Álvaro Negredo (siete goles y 35 años). Yendo un paso más allá, es uno de los seis únicos jugadores de campo de 35 años o más que superan los 2.000 minutos a falta de cinco jornadas, prueba inexcrutable de la importancia que tiene para Sergio González.
Los 2.072 minutos que lleva solo se encuentran por debajo de la participación de Luka Modric, Jesús Navas y Raúl Albiol, otros viejos conocidos del campeonato liguero. En clave blanquivioleta, solo Bruno y Óscar Plano han jugado más, siendo el madrileño uno de sus principales socios, ya que, partiendo de posiciones de banda los dos, aunque a pie cambiado, se buscan a menudo intentando ser los principales surtidores del juego ofensivo vallisoletano.
Más allá de lo anecdótico de que marcara de cabeza, a Orellana se le vio en San Mamés decidido, responsabilizado con el objetivo de la permanencia por el que viene peleando años. Y es que para él también ha llegado la hora de la verdad; con 359 partidos en Primera, y ante su calidad, es uno de los miembros destacados del vestuario blanquivioleta y de los llamados a liderar el trayecto hacia la salvación.
La pelea por la permanencia no le es desconocida, ya que desde su llegada a España ha sido un sendero que ha explorado varias veces. Si con el Xerez descendió en la 2009-10, en las siguientes ocasiones en las que se vio en dicha pugna salió indemne, incluso apurado, como en la 2012-13, en la que el Celta fue decimoséptimo con un solo punto de margen.
Entonces pasó a optar a ocupar posiciones europeas, pero en el Eibar volvió a verse con el deber de huir de la quema, algo que siempre consiguió con un margen amplio que solo reeditará en caso de que el Real Valladolid se reponga de los siete partidos que lleva sin ganar (y solo dos en 2021) y se haga acreedor de los tres puntos en varias de las cinco jornadas que quedan.