El vestuario no tira la toalla: "Si ganamos en Valencia, ganamos LaLiga"
Muchos jugadores acabaron hundidos tras la derrota ante Granada, pero entre Koeman y los más veteranos, los ánimos se han ido levantando, hasta el punto de seguir creyendo en LaLiga.
Ronald Koeman tuvo un trabajo extra nada más acabar el partido. Se percató desde la grada - había sido expulsado con roja directa durante el partido- que sus jugadores abandonaban el terreno de juego compungidos y cabizbajos, con la moral por los suelos y con la sensación de que habían perdido el título. El técnico holandés, atento a todos los detalles, se reunió rápidamente con los capitanes para pedirles que dieran un paso adelante y animaran a sus compañeros. El mensaje de Koeman que tenían que transmitir al grupo era tan claro como directo: "Si ganamos en Valencia, ganamos LaLiga".
Este mensaje caló rápidamente en la plantilla, que pasó del desánimo al convencimiento en pocas horas. El encuentro contra el Granada era una oportunidad única para asaltar el liderato y ser los claros favoritos a ganar el título esta temporada, pero el partido ante el Valencia de este domingo definirá si el Barcelona quiere esta Liga o no.
Con este mensaje tan rotundo se fueron levantando los ánimos de un vestuario absolutamente hundido y desmoralizado tras la derrota. Este viernes, en el reencuentro tras perder ante el Granada, los rostros seguían siendo serios y cariacontecidos, pero también reinaba la sensación de que se había perdido una batalla, pero no la guerra.
De hecho, más que no ser líderes a falta de cinco jornadas, lo que más contrarió a los futbolistas es dejar de depender de sí mismos. "Lo más jodido es saber que hemos perdido poder depender de nosotros mismos, ahora tendremos que mirar lo que hacen otros", asumió uno de los pesos pesados de la plantilla. Esa dependencia es la que ha dejado más dudas en el vestuario, mucho más que el hecho en sí de la derrota.
Ahora el partido contra el Valencia en Mestalla aparece en el horizonte blaugrana como el más decisivo de la temporada, el que marcará el devenir del futuro del equipo en LaLiga. Si se gana al equipo ‘che’ sería un empuje de moral hacia los cuatro partidos que restan, con el más inmediato en el horizonte: el Atlético de Madrid en el Camp Nou.
Pero el gran 'enemigo' del Barcelona no es curiosamente el líder, el Atlético, sino el Real Madrid, con quien está empatado a 71 puntos. Y es que el equipo blanco ahora mismo es el responsable que el Barça no dependa de sí mismo para ganar el título, al tener perdido el ‘goal average’ particular con el equipo madridista. Pero en el vestuario blaugrana también están convencidos que el Real Madrid ha llegado a este tramo final de la temporada con el depósito bajo mínimos y que si han de agotar la poca gasolina que les queda será en la Champions, dejando la competición de LaLiga aparcada.
Así pues, ahora más que nunca, el tópico de todos los entrenadores cuando se refieren al próximo partido como el más importante, toma sentido en todas y cada una de sus palabras. En Valencia se puede ganar o perder LaLiga. Y con esa presión pero también motivación saldrán los futbolistas a jugar este domingo.