Valladolid, Betis y primas: las cuentas pendientes de 2014
El equipo verdiblanco ya había descendido y no se jugaba nada, pero remontó a los pucelanos y les condenó a descender. Hubo incentivo económico de Osasuna.
El Valladolid respiró tras el empate en San Mamés y jugará ante el Betis este domingo con la moral que da ese punto. Los pucelanos y el equipo verdiblanco han vivido algunos episodios curiosos en las últimas décadas, como aquel encuentro que Lopera ganó en los despachos al reclamar alineación indebida en enero de 1999. Los blanquivioletas alinearon a cinco extranjeros por equivocación durante unos segundos y aunque vencieron en el campo (2-1) acabaron perdiendo el duelo tras el recurso del rival ante Competición.
Lo de 2014 fue peor o al menos tuvo consecuencias más funestas para un Valladolid que en aquella 98-99 sí había salvado la categoría sin demasiados apuros. Se jugaba la penúltima jornada de esa 13-14 y el Betis ya había consumado un nefasto descenso a Segunda, así que los verdiblancos no se jugaban nada. Pero fueron capaces de remontar un 2-3 y acabar imponiéndose (4-3) en el último suspiro, lo que condenaba a los pucelanos a no depender ya de sí mismos en el último partido.
Paradójicamente, la Audiencia Provincial de Navarra dio hace unos meses por probado que miembros en aquella época de la directiva de Osasuna, que se jugaba el descenso también pero acabó bajando, acordaron primar a dos exjugadores del Betis de entonces (Amaya y Xavi Torres) con 650.000 euros por incentivar esa victoria.
Un gol del lateral Juanfran Moreno desde casi el mediocampo en el último minuto resume a la perfección la desesperación vivida por el Valladolid aquella tarde en el Benito Villamarín. Con la victoria, el equipo de Zorrilla habría sumado 39 puntos para afrontar el duelo decisivo ante el Granada, que también se la jugaba, fuera de los puestos de descenso. La derrota le obligaba a ganar a los nazaríes y esperar otros resultados.
Ninguna de las dos cosas pasó. El Valladolid cayó ante el Granada días después y descendió a Segunda División en el 19º puesto. Tardó cuatro años en regresar a la máxima división del fútbol español, pero no se ha olvidado aquella 'afrenta' de un Betis que ahora se está jugando Europa.