Una chilena de Jaime da vida al Sabadell y frena al Mallorca
Los arlequinados vuelven a ganar tras once partidos consecutivos sin lograrlo en la Nova Creu Alta y se acercan a la permanencia. El Mallorca se complica.
El Sabadell sigue vivo en la pelea por salvar la categoría. A duras penas, con mucho sufrimiento, pero vivo al fin y al cabo. No fue sencillo el partido ante el Mallorca, que agobió a los locales durante los 90 minutos, y que acabó decidiéndose por una chilena de Jaime. Un gol soberbio en una acción aislada, que junto a la solidez defensiva durante todo el partido fueron las claves de la victoria arlequinada. El Mallorca deja vía libre al Espanyol en la lucha por el título y seguirá peleando por mantener la segunda plaza.
El partido empezó con un susto mayúsculo para el Sabadell. En la primera jugada, a los 40 segundos, marcó el Mallorca. En claro fuera de juego y fue anulado, pero tras una jugada con tres remates a puerta. Un aviso del potencial del Mallorca y un preludio de lo que sucedió durante la primera parte, en la que los visitantes tuvieron el control del balón y la mayoría de ocasiones. Pero se fueron al descanso perdiendo.
El gol del Sabadell llegó tras un córner posterior a la primera jugada digna de mención por parte de los arlequinados. Sin prácticamente posesión, sufrieron defendiéndose del dominio del Mallorca, pero sin embargo se les vio cómodos en las transiciones. En una de ellas cazó un remate Adri Cuevas que desvió Reina a córner, preludio del gol local.
El tanto de Jaime, vital para el devenir del partido y el futuro del Sabadell, fue de chilena. Una no muy ortodoxa, tampoco muy lejana, pero una chilena con todas las letras: el central del Sabadell sorprendió a todos, también a Reina, con un remate rápido y potente. Su gol, sin embargo, no cambió la dinámica del partido: El Mallorca siguió dominando ante un Sabadell que dio un paso atrás esperando el descanso.
El posicionamiento alto del Mallorca, vivió en campo contrario, obligó al Sabadell a salir casi siempre en largo. Algo a lo que no están acostumbrados, pero que era vital en el inicio del segundo tiempo: mantener la ventaja y conceder lo mínimo era el camino más seguro hacia un éxito que no podía demorarse más. A seis partidos para el final una victoria contra el Mallorca era obligatoria.
El asedio visitante fue constante. Los primeros cambios en los dos equipos refrescaron piernas, pero no cambiaron los sistemas. El Sabadell siguió reculando y casi siempre se mantuvieron 10 arlequinados por detrás del balón: el botín era demasiado preciado como para arriesgar lo mínimo. Entraron Abdón Prats y Mboula para tratar de desbaratar la defensa local, pero solo el segundo aportó buenos centros. De hecho, con el Mallorca completamente volcado, el Sabadell pudo incluso matar el partido. No lo logró, pero cambios, lesiones y faltas mediante llegó al minuto 94. Volvieron a saborear una victoria en casa cinco meses después.