El Milan se mete en un lío
Segunda derrota consecutiva para los rossoneri, que cayeron 3-0 en el Olímpico ante la Lazio. Su clasificación a la Champions peligra más que nunca.
De soñar con el scudetto y la Superliga, a quedarse sin Champions. El final de temporada del Milan puede convertirse en una pesadilla, sobre todo después de su segunda derrota en las últimas dos jornadas. Después de haber caído en San Siro con el Sassuolo, los milanisti perdieron ante una gran Lazio, que se suma a una apasionante lucha por los puestos de Champions. Atalanta 68 puntos, Nápoles, Juve y Milan 66, Lazio 61 con un partido menos: dos de estos cinco equipos se quedarán sin Copa de Europa. Hoy es muy complicado prever quiénes serán.
Pioli, todavía sin Ibrahimovic, salió de inicio con Mandzukic, titular en un partido de Serie A 751 días después de la última vez y recuperó a Theo. El choque fue muy entretenido desde sus comienzos. Un minuto después del saque de inicio, Reina neutralizó un disparo de Calhanoglu e, instantes después, los romanos salieron al ataque y abrieron la lata con una gran jugada de Joaquín Correa, que combinó con Immobile, se deshizo de Donnarumma y empujó el balón entre palos.
El tempranero 1-0 creó una situación ideal para los de Inzaghi, que le dejaron el esférico a los milaneses y les hacían daño con los contragolpes activados gracias a la calidad de Luis Alberto y la rapidez de Immobile y Correa. Reina neutralizó los intentos de Calhanoglu, Saelemaekers y Mandzukic, y antes del descanso los biancocelesti lograron también el 2-0 con una gran carrera de Lazzari, que el VAR canceló por fuera de juego.
El tanto de la sentencia, sin embargo, llegó en el 52' otra vez gracias a un imparable Correa, que terminó su enésimo contragolpe regateando a Tomori y fulminando a Donnarumma en su palo. Los milanisti protestaron por una falta de Lucas Leiva sobre Calhanoglu en el comienzo de la jugada, aunque el árbitro, también después de regresar a la pantalla del VAR, confirmó su decisión y el gol. Con el paso de los minutos el Milan fue perdiendo fuerzas y confianza e Immobile lo aprovechó, golpeando el poste con una vaselina. En el 87', el napolitano marcó el 3-0 con un potente remate desde el límite del área que golpeó el poste antes de colarse en la portería.
Fue el tanto del triunfo, que los de Inzaghi celebraron a lo grande. Su actuación canceló la manita sufrida con el Nápoles en el Maradona y dejó la pelea por la Champions al rojo vivo. El Milan debe levantar cabeza y le esperan dos citas muy complicadas. El sábado recibirá al Benevento en lucha por la salvación, el domingo siguiente visitará a la Juve. Quedan cinco jornadas: puede pasar de todo.