La cara B de la Superliga: los disidentes siguen exponiéndose a una sanción de la UEFA
Si los clubes que mantienen el pulso no reculan o negocian con la UEFA corren peligro de expediente de cara la próxima temporada, pese a la cautelar inaudita de un Juzgado de Madrid.
Florentino Pérez aseguraba en la madrugada del lunes al martes que la Superliga estaba atada legalmente. "No va a pasar, la ley nos protege. No vamos a entrar en los temas legales. Es imposible", afirmaba con seguridad. Unas 12 horas después (12:53:52 del martes 20 de abril) el magistrado titular del Juzgado de lo Mercantil nº 17, Manuel Ruiz de Lara, concedió todas y cada una de las medidas cautelares solicitadas por la Superleague Company S. L. “Lo sorprendente es que en esta cautelar inaudita aparte, que es rarísimo que te la concedan, no recurre ningún acto administrativo en concreto. El peligro era que a estos equipos los dejaran fuera de la Champions, no que la UEFA o FIFA se pronunciara sobre sus intereses propios y ajenos. Llama la atención que un tribunal español se pronuncie de forma tan tajante sobre unos hechos acaecidos en Suiza, que es donde la UEFA, una entidad de derecho privado, tiene su sede. Es aberrante el auto porque no se pueden prohibir manifestaciones sobre una nueva hipotética competición”, señalan a AS altas fuentes jurídicas en el Derecho Deportivo.
El problema al que se exponen ahora Real Madrid y Barcelona (los clubes que aún no se han bajado del barco de la Superliga) es a una sanción disciplinaria de la UEFA para temporadas venideras. Si bien estos clubes pueden alegar al Derecho Comunitario con respecto al Deporte y situaciones monopolísticas; la UEFA, como entidad de derecho privado, puede establecer las medidas disciplinarias que considere oportunas de cara a la próxima campaña al interpretar ahora que se han vulnerado los estatutos y sus normas de participación. “Esta temporada no podía hacer nada la UEFA respecto a sanciones, pero leyendo sus estatutos se interpreta claramente que no es posible que los clubes o jugadores estén simultáneamente en varias competiciones. Vamos a ver ahora la UEFA qué decisión toma respecto a estos clubes. Si se entienden negociando en privado o hay sanciones venideras de cualquier tipo”, apuntan a AS las citadas fuentes. Es ahora cuando la UEFA debe negociar con el los clubes que mantengan el pulso si considera que existe algo que negociar o, como dijo el mismo Ceferin, emprender acciones disciplinarias contra UEFA. "Vamos a imponer todas las sanciones que podamos cuanto antes", resaltó el máximo mandatario de la UEFA en diversas ocasiones estos días. El quid de la cuestión es hasta dónde va a llegar el pulso y si hay o no algún comodín escondido por alguna de las partes.
La vía inglesa, la opción que no valoró Florentino
Alexander Boris de Pfeffel Johnson, primer ministro británico, puso en solfa el proyecto de la Superliga al anunciar que iba a instaurar medidas legislativas para defender a sus clubes y la Premier League. En este sentido fue el punto clave de la partida, porque al estar fuera de la Unión Europea, de poco valía lo que dijera el Tribunal Europeo, que era la baza con la que contaba la Superliga. Tal y como informa AS, una llamada de Boris Johnson precipitó todo: el Gobierno se puso en contacto con los clubes ‘rebeldes’. El sentido de su mensaje fue este: "No podemos impedir legalmente esta competición, pero sí podemos aprobar un durísimo impuesto sobre el lujo y sobre todo, gracias al Brexit, complicar muchísimo los trámites para los permisos de residencia de los futbolistas extranjeros".
El Comité Ejecutivo de la UEFA decidirá el viernes
Según informa Fotbollskanalen, Karl-Erik Nilsson, uno de los vicepresidentes de la UEFA, ha lanzado la primera advertencia formal a Madrid y Barça después de que salieran del proyecto Chelsea, Manchester City, Manchester United, Liverpool, Tottenham, Arsenal, Juventus, Inter, Milán y Atlético. El viernes se estudiarán las medidas a adoptar frente a los clubes disidentes en una reunión del Comité Ejecutivo de la UEFA. "El proyecto ya ha tenido consecuencias, en cierto modo, ya que ellos (los clubes fundadores) tienen que vivir con su vergüenza. Tendremos que discutir posibles consecuencias adicionales, pero las habrá de todos modos, sobre todo en cuestiones de confianza y credibilidad", dijo el directivo sueco.