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BLANQUIVIOLETAS POR EL MUNDO EN AS

Verde: "Prometí tatuarme un corazón blanquivioleta y lo haré"

El italiano se siente un puceano más, echa de menos Valladolid y recuerda su paso por la ciudad como una experiencia inolvidable. Ahora marca goles en el Spezia de Italia

ValladolidActualizado a
Verde: "Prometí tatuarme un corazón blanquivioleta y lo haré"
J. L. Rojí

Era el segundo italiano que recalaba en el Real Valladolid y los dos tienen algo en común, se adaptaron rápido, aprendieron el idioma con facilidad y dejaron huella a la vez que Valladolid quedó marcado en sus corazones, aunque los dos estuvieran sólo una campaña de blanco y violeta, evidentemente, hablamos de Fausto Rosi y Daniele Verde.

Daniele Llegó en la temporada en la que el equipo estrenaba categoría, la 2018-19 y su paso no fue ni mucho menos desapercibido, ya que dejó goles imborrables, aunque tal vez en minutos y en juego no acabamos de ver su mejor versión.

Tras marcharse de Valladolid, recaló en el fútbol griego (AEK de Atenas) y ahora juega en la serie A de Italia en el recién ascendido Spezia.

Conversando con el joven delantero, apenas 24 años, es mencionar Valladolid y su voz cambia y se llena de alegría de inmediato: "Pasé un año increíble en Valladolid, inolvidable y siempre llevaré en mi corazón. Tengo una deuda con los aficionados, ya que prometí hacerme un tatuaje con un corazón blanquivioleta y pronto saldaré esa deuda y me haré el tatuaje, seguro, yo dejé mi corazón allí".

Su etapa griega no fue tan buena según cuenta Verde "pasé un año tranquilo, pero futbolísticamente no fue el mejor, pero no me quejo, estuve bien" y sin embargo ahora en Italia ha encontrado su mejor momento deportivo: "En Spezia encontré mi vida en el fútbol y ahora estoy muy contento aquí y ojalá pueda seguir mejorando en el equipo".

Insistiendo en ese año en Atenas, a Daniele Verde le tocó vivir la pandemia y el aislamiento lejos de casa y de la familia: "No pude estar cerca de mi niña recién nacida que es la cosa más importante de mi vida y en aquel momento se hizo duro. Es algo que por fortuna ya pasó y trato de olvidarlo para seguir adelante. Esos días al principio no fueron tan complicados porque el virus y los problemas llegaron más tarde a Grecia que a Italia o a España, pero luego se convirtió en el mismo problema que en el resto. Lo tuve que vivir encerrado en casa compartiendo piso con un compañero del equipo y sin jugar. Intenté llevar una vida tranquila pero sin fútbol".

Italia y España vivieron los peores momentos del inicio de la pandemia con cifras que siguen dando miedo sólo recordarlas y Verde lo hizo con la preocupación por su familia: "Eso fue lo más duro, lo recuerdo perfectamente y eso que intento olvidarlo, hay que seguir adelante. Ahora mismo en Italia estamos en una situación similar a la de España, un poco más tranquilo ahora con la vacuna y ojalá podamos volver pronto a la normalidad".

Daniele ya amaba España antes de llegar a Valladolid, pero después de estar en el Real Valladolid es un blanquivioleta mas: "Siempre estoy pendiente de lo que hace el equipo y de cómo juega los partidos, donde está en la tabla... hablo con compañeros y estoy informado de lo que pasa en la ciudad y en el club y siempre estaré pendiente, eso seguro. Soy pucelano y lo seré para toda la vida".

La pelea por eludir el descenso en la que está metido el equipo no le es desconocida a Daniele Verde "estoy viendo que están en las mismas que cuando estaba yo, siempre ahí, luchando... pero los blanquivioleta somos así, tenemos que luchar y estoy seguro que se van a salvar otra vez, tengo confianza". Esos vínculos son fuertes también gracias a los amigos que hizo en el vestuario: "Hablo con Nacho, con Borja, Kiko y con algunos que ya no están en el equipo, Antoñito o Moyano... con casi todos los que formamos aquel equipo".

La adaptación fue casi inmediata y el italiano aprendió el idioma de forma acelerada y se hizo con la ciudad casi a la misma velocidad y por ello sigue echando de menos de Valladolid "a la gente, la ciudad... fui feliz allí y es un sitio increíble para mí, no tengo palabras... me siento pucelano" y la emoción al decir esto se le nota en la voz.

Verde nunca ocultó que su ilusión era jugar en España y al conseguirlo en Valladolid, la huella que le dejó, como se puede ver en sus palabras, es profunda: "Es otra de las cosas por las que echo de menos Valladolid, siempre fue mi sueño desde niño y lo logré en Valladolid, fue mi primera vez en España jugando al fútbol y por eso nunca olvidaré la ciudad y el equipo".

Los recuerdos son frescos aún y si hablamos de goles, Verde dejó seis como blanquivioleta, algunos de ellos puro espectáculo como el que le marcó al Espanyol de falta directa y el que marcó de penalti al Eibar cuando el equipo estaba en aquella racha de fallar hasta cinco penaltis consecutivos y el italiano se atrevió a tirar en el descuento y marcar el empate que luego Guardiola convirtió en victoria y casi en permanencia: "Nunca olvidaré ese gol al Espanyol que nos sirvió para empatar, es una sensación que siempre llevaré en mi corazón porque fue mi primer gol con la camiseta del Real Valladolid y además impidió que se rompiera una racha sin perder que llevábamos... quería dejar mi sello en el Valladolid y creo que lo hice. Yo siempre noté el cariño de la gente y yo les tengo el mismo cariño... quería dejar mi corazón allí".

El Valladolid logró traer a Verde cedido desde la Roma, siendo internacional sub-21, con opción a compra, pero tras cumplirse el plazo, la situación no cristalizó: "Yo pertenecía a la Roma y se me terminaba el contrato la siguiente temporada... el AEK puso el dinero y la Roma aceptó... cosas del fútbol".

La llegada de Verde coincidió con la de Ronaldo "mi sueño se realizó y nunca olvidaré a Ronaldo, sobre todo me emocionó como celebró el presidente ese gol ante el Espanyol del que hablábamos... fue algo mágico".

Lo de los goles espectaculares no se le ha olvidado y si no basta buscar el que le hizo hace unas semanas a la Lazio, de chilena, aunque su equipo terminó perdiendo 2-1: "Gracias, sí fue un buen gol también. Estoy bien en el equipo porque tengo mi familia, mi niña cerca y estoy bien... al final busqué mi fútbol y lo encontré en el Spezia que se juega parecido a España con este entrenador y por eso me gusta". Verde explica las diferencias de la primera italiana con la española: "Creo que la italiana es un poco más dura, aquí se juega más físico, pero es tan competida como en España".

Daniele Verde aprendió tan rápido español porque traía los deberes hechos de casa: "Escuchaba canciones en español, además fui de vacaciones allí y ya hablaba un poquito cuando fui a Valladolid y cuando llegué, me pusieron una profesora y creo que lo hablo bien, no lo olvido".

Para acabar, el italiano hacía esta confesión que muestra que su amor por España y por Valladolid va más allá de las meras palabras: "De vacaciones seguro y ojalá pueda ir a vivir allí y a jugar otra vez. Siempre he dicho que me gustaría vivir allí y ya estoy enseñando a mi niña pequeña hablar castellano, le hablo en español".