FINAL DE COPA | ATHLETIC - BARCELONA
Piqué aprieta para ser titular: se infiltra la rodilla por segunda vez
El central, que ya se sometió a esta terapia en la previa del Clásico, repite de cara a la final de Copa. Ante el Madrid no le sirvió para jugar, pero ahora no está dispuesto a 'chupar' banquillo.
Gerard Piqué jugará infiltrado la final de Copa de este sábado ante el Athletic de Bilbao. Tal como adelantó AS el jueves en exclusiva, el central catalán estaba dispuesto a someterse a una nueva infiltración en su rodilla derecha para llegar en condiciones al partido de Copa. Sería la segunda vez que se somete a este tratamiento en una semana: el viernes pasado ya se pinchó para jugar contra el Real Madrid, pero al final Koeman decidió dejarle en el banquillo todo el partido.
Una semana después, el central volvía a encontrarse en la misma tesitura, si bien con más entrenamientos y cargas de trabajo a sus espaldas. El problema era que el dolor no acababa de desaparecer y eso le impedía ejercitarse con buenas sensaciones. De ahí que consensuó, con los técnicos y los médicos, volver a ‘pincharse’ en la rodilla, con el objetivo de ayudar al equipo en la final de Copa.
Así pues, esta noche, después de cenar, el doctor del primer equipo, Lluis Til, ha sometido al central a un nuevo tratamiento de punciones con cortisona y analgésico para estar disponible de cara al partido contra el Athletic.
Koeman, que reconoció que Piqué llegó demasiado justo al Clásico, ahora le ha abierto las puertas de par en par a la final. Pero el técnico es consciente, pese a que no lo ha querido desvelar en la rueda de prensa, que el central no llega al cien por cien.
Aunque, en la sesión de este viernes, el jugador completó el entrenamiento con mejores sensaciones (persiste un dolor residual, pero muy soportable), se decidió infiltrarle para garantizar que la rodilla esté asintomática durante todo el partido. Será este sábado en la sesión de activación matinal en la Ciudad Deportiva del Betis cuando Piqué pueda valorar si la infiltración está cursando su efecto y si puede ofrecer todas las garantías para jugar la final.
Koeman, aparte del riesgo intrínseco de dar entrada a un jugador infiltrado, también tendrá que valorar su estado físico, teniendo en cuenta que hace casi un mes y medio que no juega un partido, y que sólo ha disputado cinco en los últimos cuatro meses. Aunque también es cierto que la presencia de Piqué en el once garantiza experiencia, capacidad de liderazgo y salida aseada del balón desde atrás.
Así pues, al técnico holandés le tocará valorar los pros y contras de la inclusión de Piqué en el once, con la posibilidad de regresar al dibujo de cuatro defensas como solución a los últimos desajustes en la retaguardia o mantener los tres centrales atrás, que tan buen rendimiento dio al equipo antes del parón de selecciones.