Melero y el Villarreal, una carambola que acabó en Orriols
El centrocampista tenía un preacuerdo firmado con el cuadro groguet, que finalmente optó por no ejercer y ahí apareció el Levante para hacerse con su propiedad.
El Villarreal fue clave para que Gonzalo Melero recalase en el Levante. El cuadro groguet tenía una opción preferencial para hacerse con sus servicios por el pago de su cláusula de cuatro millones, adelantando un pago de un millón para obtener una situación privilegiada en la operación. Sin embargo, optaron por no ejercerla y ahí es cuando apareció el conjunto de Orriols para hacerse con su propiedad.
Melero, al que el director deportivo del Huesca, Rubén García, marcó su futuro en la fecha límite del 20 de junio de 2019, acabó firmando como granota por 3,6 millones, cantidad ligeramente inferior a su cláusula, y un contrato hasta 2023. Las dudas de su primer año en Primera División, marcadas por sus molestias en el pubis, no eclipsaron sus dos primeros años en el cuadro altoaragonés, donde se erigió en el pilar del ascenso (17 goles aquella temporada).
Este curso se estaba dando su despegue definitivo en el Levante, tras un primer año marcado por la irregularidad y las lesiones. No fue hasta el inicio de año, ya en 2020, cuando encontró su lugar en el equipo de forma asidua. Sin embargo, Paco López, pieza fundamental para que luzca de levantinista, siempre apostó por él.
Su temporada, cinco goles y dos asistencias en todas las competiciones, le elevaban a la tercera amenaza ofensiva de la plantilla por detrás de José Luis Morales y Roger Martí. Pero todo se vio frenado en San Mamés, en la ida de la histórica semifinal de Copa del Rey, tras marcar, precisamente, el gol que adelantaba a los granotas en la eliminatoria.
El madrileño fue la principal novedad en la convocatoria frente al Eibar tras superar su lesión en dos meses, recortando los plazos a priori marcados, pero se quedó sin minutos. Es ante el Villarreal, más tras la lesión de Nemanja Radoja, cuando tendrá la oportunidad de regresar a los terrenos de juego. El equipo clave para recalar en el Levante y frente a los que, curiosamente, también se estrenó en pretemporada como granota.