La batuta del afinado Darder
El liderazgo y clase del mediocentro están resultando determinantes en la temporada del Espanyol. También su acierto: convierte la mitad de sus tiros a puerta.
"He sufrido jugando", afirmaba Sergi Darder al término del Espanyol-Leganés. Nadie lo diría, observando su desempeño, sus endiabladas carreras, sus dotes de líder en la organización de los ataques, ayudas en defensa y, especialmente el pasado domingo, su golazo desde más de 40 metros cuando solo habían transcurrido 25 segundos de partido. "Tiré con rabia. Si tiro 100 veces más seguro que no entra, pero entró la que tenía que hacerlo", reconoció.
Ver una sonrisa en Sergi Darder es sinónimo de que también sonreirá el Espanyol, como lo demuestra esta racha actual de 11 jornadas sin perder, que desde su regreso a la demarcación de mediocentro fluye más y mejor su talento y el juego del equipo o que sus seis goles –la cifra más elevada de toda su carrera– se hayan traducido siempre en victorias: la última contra el Leganés y antes frente a Zaragoza, Sporting de Gijón, Logroñés y Castellón (en Castalia, con un doblete). Indiscutible para Vicente Moreno, ha participado en todas las jornadas salvo en el Anxo Carro, en febrero, sencillamente porque estaba sancionado.
Pero si Darder está afinado en el juego colectivo, lo de la puntería es propio de un delantero. No en vano, tres atacantes natos como Raúl de Tomás, Adrián Embarba y Javi Puado son los únicos que rematan más que el mallorquín, que lo ha probado en 30 ocasiones, de las cuales 12 han ido a portería. El promedio de acierto es estratosférico: Darder convierte en gol la mitad de sus chuts entre los tres palos. Y eso que, recientemente, aseguraba que cierra los ojos cuando chuta. ¿Qué sucederá el día que los abra?