El arte de Darder y Melamed acerca al Espanyol a Primera
Un golazo desde casi 50 metros a los 25 segundos abrió una victoria marcada por el VAR y por otra maravilla, ante un Leganés que remó y solo encontró el tanto de Miguel.
Siente tantas ganas y necesidad el Espanyol por ascender que no esperó ni medio minuto para anotar, en una genialidad de Darder, y que últimamente se rehace de las adversidades hasta conseguir victorias que son innegociables, esta con otro gol descomunal de Nico Melamed. Y ya van 11 jornadas sin perder. El VAR y un Leganés a la altura pero que desaprovechó la oportunidad de ser tercero fueron los otros actores de una noche en que el líder se distancia a diez puntos del playoff a falta de solo ocho jornadas. Un pie en Primera.
Suelen admitir los jugadores que les llegan los gestos de su afición. A los del Espanyol les dan alas. En la primera vuelta, antes de medirse con el Almería, centenares de motos acompañaron al autocar camino de Cornellà y Raúl de Tomás se marcó un golazo desde 53,5 metros. Esta vez, les recibieron con bufandas y una pancarta gigante de la Curva (“te vimos bajar, te haremos subir”), y le bastaron 25 segundos de partido a Darder para anotar otra diana antológica, desde la medular y a rechace de Riesgo, que recordó a aquella de Villa en el España-Chile del Mundial de Sudáfrica, aquí sin que siquiera botara el balón.
A otro momento épico de la Copa del Mundo, pero de 2006 y con Zidane de protagonista, evocó minutos después De Tomás al lanzar a lo Panenka un penalti, por mano de Omeruo, que se estrelló en el larguero. Este no entró. Hipermotivados se encontraban los pericos. Pero no fue, ni de lejos, un recital del Espanyol. Entre Diego López y su tocayo Dídac, ocasional lateral derecho, salvaron sendos goles de Arnáiz y Javi Hernández para un Leganés enchufado.
A la poesía se contrapuso la irrupción de un incomprensible VAR. Primero cuando, en la reanudación, Miguel de la Fuente aprovechaba un rechace para anotar el 1-1 con Rober Ibáñez en un más que probable fuera de juego –no toca el balón, pero interviene en la jugada– que sin embargo no se contempló. A quien sí se atendió, poco después, fue a David López, que se marchó sustituido palpándose los isquiotibiales de la pierna derecha.
Y también se desentendió el VAR en el segundo del Espanyol, una impresionante volea de Nico Melamed, el día de su vigésimo cumpleaños, que volvió a invocar a Zidane, el de la final de Champions en Glasgow, aunque con un ‘offside’ previo de Embarba que no se consideró como tal.
Tuvo el empate Juan Muñoz, pero el poste derecho de la portería de Diego López prefirió lírica a épica. Como parece que prefiere por ahora el fútbol que regrese el Espanyol a Primera por la vía rápida. La jornada que viene, en Almería, puede ser crucial para los pericos. Aunque, con su determinación, también el Leganés de Garitano está comprando multitud de papeletas para subir aunque sea en los playoffs.