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LAS PALMAS

Semana clave para amarrar la permanencia en el Gran Canaria

Con dos partidos seguidos en casa en cuatro días, la UD puede sellar virtualmente el objetivo.

Eric Curbelo.
CARLOS DIAZ RECIODIARIO AS

La UD Las Palmas encara estos días, ante el CD Lugo y el RCD Mallorca, la posibilidad de bajar el telón a la llamada, por buena parte de los altos miembros de la entidad, “temporada de transición”. Con 40 puntos a falta de 11 jornadas, los amarillos se encuentran en tierra de nadie, a nueve de la promoción y los mismos del descenso, en la decimotercera plaza. De conseguir dos triunfos seguidos en casa, la salvación estaría prácticamente en el bolsillo un mes antes de acabar el curso.

Con pocos objetivos ilusionantes a los que puede agarrarse ahora mismo esta UD, que vive desde hace tiempo en la indiferencia clasificatoria, esta semana podría significar el respirar tranquila de aquí hasta mayo. Después del empate del derbi, que Rafa Mujica pudo haber decantado en los instantes finales para los de Mel cambiando así el dato histórico de casi 20 años sin ganar en la isla vecina, la realidad es que los amarillos necesitarían un verdadero milagro para auparse hacia los puestos de playoff. Nueve puntos les separan a falta de once encuentros, además de tener el goalaverage perdido con el equipo que marca la zona, el Rayo Vallecano, que ganó en el partido de ida 2-0. Opción descartada.

Así, con una delantera que apenas ve portería, Araujo no marca desde enero y Jesé aún no se ha estrenado con la camiseta amarilla, y una defensa cogida con alfileres, lo único que le queda a Las Palmas es dar su mejor nivel esta semana y amarrar cuanto antes la permanencia para que la dirección deportiva, junto con Pepe Mel, si es que acaba renovando, comiencen cuanto antes a poner las semillas del nuevo proyecto.

CD Lugo y RCD Mallorca, dos rivales antagónicos

En primer lugar, llega el CD Lugo. Un conjunto que no sabe lo que es ganar desde el mes de enero, precisamente al Tenerife (2-0), y con el que la UD empató a uno en la ida. Sin duda, a priori, aunque sabemos la fama que tienen los amarillos de resucita muertos, es un rival propicio para volver a recuperar las buenas sensaciones que se dieron ante el Fuenlabrada y durante la segunda mitad en el Heliodoro.

Con rotaciones, probablemente, como ya nos tiene acostumbrados Mel cada vez que se da la circunstancia de que el equipo tiene dos encuentros en una misma semana, intentará cosechar ese primer triunfo después de dos partidos sin ganar para enfrentarse con garantías el domingo al RCD Mallorca.

Los baleares, por su parte, llegarán a la isla después de haber jugado contra un rival directo en la lucha por el ascenso, el Leganés, el próximo jueves. A pesar de la enjundia del contrario, los amarillos ya saben lo que es el saborear la victoria contra el otro equipo isleño, consiguiendo en enero la primera victoria fuera de casa en Son Moix, 0-1, con gol de Araujo, el último, por el momento, en la cuenta particular del argentino.

En definitiva, dos partidos, dos rivales completamente diferentes, pero la posibilidad de sellar virtualmente la salvación en cuatro días.