El valor invisible de Dimata
El delantero es el mejor del equipo en los duelos aéreos y, aunque apenas interviene con el balón, la segunda línea se aprovecha de su trabajo.
Nany Dimata participó en 11 acciones del juego en Castellón en los 45 minutos que disputó. Vio una amarilla, provocó la expulsión de Iago Indias que decantó el encuentro a favor del Espanyol, dio siete pases a un compañero y perdió un balón. No remató a portería. A priori, números discretos para un delantero centro de un equipo dominador como el perico, pero el belga, que llegó este mercado de invierno, cuenta con un valor invisible, que va más allá de las acciones en las que entra en contacto con el balón.
Se acostumbra a juzgar a los delanteros por sus estadísticas de remates y goles, dejando a un lado que el juego es colectivo y no individual, y lo importante es el rendimiento colectivo y no los goles de los delanteros. Con él en el campo, por ejemplo, la segunda línea del Espanyol ha encontrado más espacios en los dos últimos encuentros. Prueba de ello, jugadores como Óscar Melendo, Adrián Embarba, Javi Puado o Nico Melamed, incluso Sergi Darder, han podido aprovechar sus movimientos y su profundidad para aparecer desde atrás y hacerle daño al rival. A diferencia de RdT, Dimata es otro perfil de delantero que provoco relaciones diferentes en el juego, igual de resolutivas para un Espanyol que ha encontrado una alternativa al madrileño.
Con la lupa, la mejor faceta de Dimata es el juego aéreo. El belga promediaba ocho disputas ganadoras hasta el encuentro ante el Castellón, muy por encima del segundo, que es David López con 5,4. Raúl de Tomás promedia 2,9 por encuentro. También Dimata ayuda a que el equipo perico recupere balones en zona de ataque, mejorando la presión. Su movilidad por encuentro es de 10,7 kilómetros, y se sitúa entre los diez jugadores que más distancia recorren por encuentro, muy lejos de los 9,13 que promedia el delantero madrileño y pichichi de este Espanyol.
El delantero belga llegó cedido hasta final de temporada pero con una opción obligatoria de compra por dos millones de euros si el Espanyol ascendía de categoría. En los escasos dos meses que viste de blanquiazul ya ha superado a Álvaro Vadillo y Pol Lozano en minutos disputados esta campaña y acumula dos goles. Pero su valor es invisible, y apenas se percibe en las estadísticas. Con él, el Espanyol ha encontrado una fórmula distinta para ser un equipo más completo. Una buena noticia teniendo en cuenta el riesgo que conllevó su fichaje después de llevar prácticamente dos años lesionado y sin minutos.