Oblak no puede con Dzyuba
Dos goles del gigantón delantero de Rusia en poco más de media hora sirvió a los locales para derrotar a Eslovenia con total merecimiento. Ilicic marcó para los visitantes.
Rusia derrotó con toda justicia a Eslovenia (2-1) tras una buena primera parte, en la que el gigantón Artium Dzyuba le ganó la partida con dos goles al portero del Atlético de Madrid, Jan Oblak, que puso fin a su racha de año y medio sin encajar un gol con su selección.
Los eslovenos llegaban crecidos por la victoria ante Croacia (1-0) en la primera jornada de la fase de clasificación mundialista en el Grupo H, pero los rusos frenaron su ímpetu desde el primer minuto y, de no ser por un fallo defensivo, aprovechado por el atacante del Atalanta Josip Ilicic, se hubieran ido al descanso con una ventaja de dos goles.
Los balcánicos intentaron despertar en el segundo tiempo, pero les faltó ambición y creatividad en los últimos metros en un partido disputado con público en Sochi, a orillas del mar Negro.
Rusia recuperaba en esta ocasión a su medio centro, Magomed Ozdóev (Zenit), mientras el esloveno Matjaz Kek repetía el mismo once que sorprendió a Croacia (1-0), con la excepción de la entrada en la delantera de Miha Zajc por Damjan Bohar.
Pese a la victoria esta semana ante los subcampeones del mundo, los eslovenos cedieron claramente la iniciativa desde el primer minuto al equipo local.
Oblak, que vio rota su racha de casi año y medio sin encajar un gol como portero de la selección eslovena, tuvo que emplearse a fondo a los 10 minutos para despejar un buen disparo del central Zhikiya a la salida de un córner.
Pocos minutos después, Mario Fernandes fue el que tuvo la oportunidad de marcar, pero su remate con el hombro, en vez de con la cabeza, salió ligeramente por encima del larguero.
El gol era cuestión de tiempo. Una buena jugada colectiva acabó con un pase a Dzyuba, que estaba desmarcado en el corazón del área y que remató de primeras con el interior, disparo raso ante el que no pudo hacer nada el portero del Atlético de Madrid, a los veintiséis minutos de partido.
Oblak no estaba nada contento con su defensa, aunque pareció que podía haber hecho más en el gol encajado.
Los eslovenos solo lo intentaban desde lejos, especialmente Lovric, el autor del gol ante los croatas.
Rusia aprovechó que los balcánicos estaban noqueados para golpear de nuevo. Dzyuba el héroe de la noche estaba empeñado en dejar en evidencia a Oblak.
Después de que el disparo de Golovin rebotara en un defensa y fuera escupido por el larguero, controló el balón, aguantó la tarascada de los centrales eslovenos y de nuevo, nueve minutos después, batió al guardameta atlético con un disparo raso, esta vez con la zurda.
Los discípulos de Stanislav Cherchésov tenían el partido controlado, pero un minuto después cometieron un error infantil en el centro del campo y los eslovenos acortaron distancias. Fue el veterano Ilicic, quien aprovechó un pase al espacio para disparar de primeras, magnífico chut que cogió mal colocado a Shunin.
Después del endiablado ritmo de la primera parte, en la segundo ambos equipos apenas tomaron riesgos.
Los eslovenos no lograban entrar por las bandas, mientras los eslavos del norte parecían cansados. Sólo a los veinte minutos de la reanudación Ilicic remató un buen centro desde la derecha, pero su disparo centrado fue controlado sin dificultades por Shunin.
El recién entrado Karaváev también pudo marcar en la portería defendida por Oblak, pero el guardameta esloveno despejó a córner el disparo pegado al poste derecho.
Los balcánicos adelantaron líneas en los últimos minutos, pero sin demasiada convicción y apenas inquietaron a un inseguro Shunin.
Con los dos goles de hoy, Dzyuba se colocó a un solo gol del récord de 30 tantos de Alexandr Kerzhakov como máximo goleador de la historia de la selección rusa desde la caída de la Unión Soviética en 1991.