Ellos marcaron el camino en 1987
Las leyendas de la última Copa ganada por la Real Sociedad se juntan alrededor del trofeo de este año y dan la claves para volver a ser campeones 34 años después.
Sucedió hace 34 años. Un 27 de junio de 1987. A 262 kilómetros de San Sebastián. En el estadio de La Romareda de Zaragoza. La última vez que la Real Sociedad levantó un trofeo, su segunda Copa del Rey. La final la jugó contra el Atlético de Madrid entrenado por Luis Aragonés. Empate a dos goles al final del tiempo reglamentario. Marcaron para los txuri-urdin Roberto López Ufarte y Txiki Beguiristain. El mítico Luis Miguel Arconada detuvo el penalti decisivo. Y aquella Real entrenada por el galés Jonh Benjamín Toshack se proclamó campeona de Copa. Los donostiarras formaron con Arconada, Sagarzazu, Górriz, Gajate, López Rekarte, Larrañaga, Dadíe, Beguiristain, Zamora, Bakero y López Ufarte. También jugaron Martín Beguiristain y el malogrado Musti Mugika. Ellos marcaron el camino y 34 años después Radio San Sebastián los vuelve a juntar alrededor del trofeo de este año que se pone en juego en la final de La Cartuja el 3 de abril.
Cinco de esas leyendas compartieron anécdotas, recuerdos, bromas, historias, mucho sentimiento txuri-urdin, y algún que otro consejo a Imanol Alguacil, con quien alguno llegó a coincidir, para reeditar contra el Athletic aquel éxito de La Romareda. Estuvo uno de los capitanes de aquella Real, Juanan Larrañaga, encargado entonces de levantar la Copa junto a Arconada; el primer goleador de la final del 87, Roberto López Ufarte; el emblema del centro de campo en aquella época, Jesús Mari Zamora; la gran sorpresa en el once inicial en aquella final contra el Atlético de Madrid, Luis Fernando Dadíe; y el más histórico de los históricos jugadores realistas, el irundarra Alberto 'Bixio' Gorriz. "Me dijo Toshack que iba a jugar en la final el martes de esa semana. No podía decirlo a nadie. Ni en casa. Y no lo dije. Y mis compañeros se enteraron cuando dio el once en el estadio. Y alguno pondría cara rara, supongo. Fui la sorpresa, es cierto. Pero podía más la ilusión, era el benjamín del equipo y estaba muy bien arropado por todos estos grandes jugadores. Para mí fue una gran alegría, porque venía de una temporada llena de lesiones. Me sorprendió jugar, no lo voy a negar. No hubo nada que me pidiera minimizar, y trajimos la Copa para la Real", recuerda Dadíe. El joven de la 'cuadrilla' rompe el hielo. A partir de ahí se suceden recuerdos inolvidables de 1987, recuerdos que deben servir a la Real de Imanol para volver a ser campeones.
"Fue una final muy dura. Hacia mucho calor, y el Atlético de Madrid venía con todo a ganar la final. Habían fletado un tren de no sé cuantos vagones para llevar a todo el mundo a Zaragoza. Porque era la primera final de Jesús Gil como presidente. Ellos eran claramente favoritos pero supimos estar en el partido, supimos sufrir, sobre todo cuando empataron al final. Y esa es la clave en la final de Sevilla, saber estar en el partido y saber sufrir", señala Juanan Larrañaga. "Teníamos experiencia de jugar aquel tipo de partidos. Habíamos jugado ya más finales, las de liga eran como si jugáramos finales, con una tensión toda la temporada bestial, así por eso estábamos preparados. Y eso es lo que le falta ahora a esta plantilla, y es lo peor que tiene. Es un partido que se juega mucho con la cabeza porque hay muchas circunstancias que van cambiando, como nos pasó en la final nuestra. Y eso un handicap porque te puede debilitar, otra cosa es que igual empiezas ganando y las cosas van bien. Por lo demás, jugamos mejor a fútbol y tenemos mejores individualidades, ellos tienen más conjunto, físico e intensidad. Es un partido difícil pero espero que sepamos administrar todos los tiempos que tiene este partido", señala Zamora. Y Gorriz puntualiza. "Soy muy optimista, también lo era en nuestra final del 87, porque veo al equipo bien y confiado. Pero será complicado, y habrá que saber jugar los momentos de cada partido, como en nuestra final, los habrá". Y López Ufarte recuerda que la clave estará en el equipo. "Vamos a ganar sufriendo, 3-2. Pero que tengan claro que la final se gana en equipo. Nuestra Copa no fue la mía por meter el primer gol o de Arconada por parar el penalti decisivo, sino que ganamos todos, ganó la Real, y en Sevilla ganará la Real".