El 'matagigantes' teme a Gerard y examina a su guardaespaldas

Este Villarreal es otro. No es el que titubeó en Cádiz en la primera vuelta (0-0) ni el que comenzó a temblar hace solo unas semanas con una racha nefasta a cuestas. Gerard se ha encargado de revitalizar a un equipo que mantiene intacto el objetivo de entrar en puestos europeos y, sobre todo, de disputar la primera final de su historia en la Europa League. Las victorias de los jueves ante el Dinamo, el triunfo en Eibar y el reciente sorteo de la UEFA (Dinamo Zagreb en cuartos; Arsenal o Slavia de Praga en semifinales) mantienen los ánimos por las nubes en La Cerámica. El problema es que rinde visita un técnico al alza, Álvaro Cervera, con más puntos fuera que en casa y capaz de ganar en Valdebebas y San Mamés y de sumar cuatro puntos de seis ante el Barça (sigue el partido en directo en AS.com).

Emery quiere dar continuidad al equipo que ha logrado la resurrección. Si no repite once al completo es porque Capoue, faro en ausencia de Iborra, está sancionado. Su baja la puede suplir con Foyth (y Mario de lateral) o atreverse por una opción más vistosa con Trigueros, Parejo y Moi en medio campo. El objetivo, sea con quién sea, es acabar con la racha de dos meses sin ganar en La Cerámica en Liga (empates ante Athletic y Granada y derrotas con Atlético y Betis).

El Cádiz viene de ganar al Eibar y empatar en Vitoria. No le sobra fútbol ni llegada al área, pero desborda ilusión por certificar cuanto antes la permanencia. Negredo, máximo goleador amarillo con siete tantos, es su clavo ardiendo junto a las apariciones estelares de Álex Fernández. El vallecano podría tener enfrente a otro internacional como él, del que Luis Enrique se ha olvidado: Alcácer. De ser así, esta tarde comenzaría el sprint final del ariete para volver a ser el que fue, para subirse a la ola positiva del Submarino en busca de gloria y, sobre todo, para levantar la mano por si la Selección necesita pegada en la Eurocopa. Pero no olvidemos a Bacca, su competencia para el puesto. El colombiano ha vuelto a aparecer en escena y estaría encantado de poder examinarse otra vez. Es la duda de Emery. Bendita incertidumbre tener que elegir entre dos depredadores hambrientos con sangre en el ojo.