Gerard y Bacca hacen migas
El internacional español, que acabó lesionado, marcó de penalti y asistió al colombiano, que sentó a Alcácer, para tumbar al Cádiz y ampliar la racha del Villarreal.
El Villarreal ha cogido velocidad de crucero. A su reciente éxito en Europa ha sumado dos victorias consecutivas en LaLiga que han fumigado por completo las dudas del inicio de año. Sometió a un Cádiz encogido, al que un penalti polémico de esos que se han puesto de moda en España le condenó a ir a remolque nada más salir de vestuarios. Gerard, lanzador del inesperado regalo, decidió ampliar unos números para enmarcar, con 12 goles en 2021 y 19 en lo que va de curso. La mala noticia es que acabó lesionado. El resto del encuentro se debatió entre la lucha incansable de Bacca por sentenciar, algo que pareció lograr en el 67’, y el sueño del Cádiz para, en una jugada aislada, lograr rascar un premio sonado como ya hizo en Valdebebas, el Camp Nou y San Mamés. Álex sólo pudo acertar en el 2-1 y aportar algo de emoción.
El Villarreal se encontró el primer tanto antes de buscarlo. Su primera aproximación al área finalizó con un disparo de Parejo que tropezó en el brazo de Jonsson. El colegiado, asistido por el VAR, fue a ver la jugada al monitor y acabó señalando la pena máxima con la determinación de quien cruza por un paso de cebra a medianoche en la Castellana. Gerard, especialista en esa suerte (lleva siete), no perdonó. El gran objetivo de Cervera era mantenerse virgen y hacer el partido largo. Y su boceto saltó por los aires de inmediato. Le costó encontrar el plan B. Además, el colegiado le anuló acertadamente el tanto del empate a Jonsson (vaya tarde) en el 13’. Más allá de la polémica, no hubo mucho que destacar en el primer tiempo. Si acaso, que Chukwueze está fino y que la salida de balón sin Pau ni Capoue es bastante más accidentada. En el Cádiz todo pasa por la magia de Negredo y Sobrino y el don de la oportunidad de Álex, pero le falta tener más el balón y posicionarse mejor en las segundas jugadas.