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ATLÉTICO DE MADRID

Los señalados del Atlético en la eliminación de Champions

El equipo rojiblanco se vio sobrepasado por un Chelsea muy superior desde el primer momento. Bloqueados en ataque y sin respuesta en el medio.

Los jugadores del Atlético antes del inicio del partido contra el Chelsea.
Los jugadores del Atlético antes del inicio del partido contra el Chelsea.DAVID KLEINREUTERS

El Atlético quedó eliminado en Londres donde, más allá del 2-0 conseguido por Emerson en el último minuto del partido, la sensación fue un quiero y no puedo. Con el 0-1 de la ida, en un partido donde el Atlético ejerció como local, pero se disputó en Bucarest, la necesidad de ganar se plasmó en el dibujo de salida, pero el equipo se estrelló con una roca. Un Chelsea que en lugar de sucumbir ante la presión colchonera consiguió salir desde atrás y devolver la incomodidad en el juego hacia el otro lado del campo, sin permitir a Oblak ni una sola salida fácil de balón. Una eliminación que permite al Atlético centrarse en LaLiga, pero que también deja patente un deterioro de la competición española frente a la Premier, ya que el cuarto de la liga inglesa demostró un poderío enorme frente al líder de la española. Como en cada derrota importante, se suelen buscar señalados para explicar una superioridad manifiesta en la eliminatoria.

Simeone

Y al final el primer marcado siempre es el entrenador. El Cholo fue claro al finalizar el partido: “No busco excusas. Ellos fueron mejores. Cuando el rival es mejor hay que felicitar y resetearse para volver a pensar en LaLiga. Esta Champions nos costó desde el inicio. Hay que aprender y hoy es un día de aprendizaje”. El Cholo planteó un partido en la ida buscando que no pasasen cosas, sacar un 0-0 que obligase a jugarse todo en Londres. Sin embargo, el plan no funcionó por una genialidad de Giroud. Bien es cierto que al Atlético le impidieron jugar en su estadio, donde es más fuerte y se siente más cómodo y jugó en una clara desventaja teniendo que viajar hasta Bucarest para ejercer como local. Pero en la vuelta, el Cholo intentó virar el planteamiento, buscar alguna fisura en el Chelsea y no lo consiguió ni con los constantes cambios de sistema.

Sin duda el equipo londinense se ha convertido en otro con Tuchel en el banquillo, dos únicos goles encajados en 13 partidos y un planteamiento valiente ante el que sucumbió el Atlético. Simeone lo intentó todo, pero nunca dio con la clave. Pasar de partida a una defensa de cuatro con Lodi en el lateral izquierdo, volver a Hermoso tras el descanso, dar entrada a Dembélé arriba para acompañar a Suárez y juntarle con João Félix y Llorente, en un sistema que al final estaba desproporcionado, porque el problema llegaba a la hora de intentar hacerse con el balón. Tuvo que deshacer el cambio para intentar con Correa por Suárez recuperar fuerza en el medio, en los últimos minutos Lemar entró en el doble pivote y desplazó a Llorente al carril derecho, pero no hubo manera. El Atlético tenía por primera vez esta temporada a toda su plantilla disponible y no encontró la forma de llevar el partido a su terreno ni con todas las intervenciones del Cholo desde el banquillo.

El centro del campo

La superioridad del Chelsea se plasmó en el medio. La baja de Jorginho la suplió un Kanté sobresaliente, que junto a Kovacic se comió al centro del campo colchonero. El Atlético no consiguió salir de la presión del Chelsea, se vio sometido y tuvo que recurrir a balones largos sin destinatario para tomar oxígeno. Koke y Saúl no consiguieron hacerse con los mandos del partido en ningún momento y físicamente la sala de máquinas del Chelsea fue muy superior, manejando el balón y los ritmos del partido. Quizás a Simeone le faltó ese pivote más poderoso que en los últimos años había tenido con Thomas o Rodrigo y no hubo manera de adueñarse del esférico ni de llegar a la presión a tiempo cuando era el Chelsea el que sacaba el balón desde atrás. Llorente se juntó al medio, pero en este partido los jugadores blues le igualaban físicamente y João Félix era el que acababa intentando bajar a recibir casi al pivote para intentar entrar en juego. El fútbol se domina en el medio y en esa franja el Chelsea fue muy superior.

Sin desborde

El Atlético está acostumbrado a hacer mucho daño por las bandas, pero en Stamford Bridge se vio sometido por los tres centrales del Chelsea y la presencia física con sus carrileros altos. Trippier no pudo romper líneas, tampoco fue capaz de parar la contra que desembocó en el gol de Ziyech ni de poner balones peligrosos al área. El inglés es fundamental, su vuelta ha sido determinante, pero fue el partido con menor protagonismo probablemente de la temporada. Tampoco Lodi pudo dar la mordiente esperada en la izquierda y se marchó sustituido al descanso. Y por delante de ellos, Carrasco nunca pudo encarar en el mano a mano contra su par en banda, ya que le buscaban en dos contra uno con Azpilicueta como su sombra. El defensa español pudo cometer un penalti al belga que no señaló el árbitro. Llorente también intentó entrar por la derecha, pero su exuberancia en la carrera y potencia que tanto sobresale en LaLiga se vio frenada ante los muros ingleses. Ni poner a Saúl en la izquierda o a Correa en la derecha en la segunda mitad revirtieron la situación.

Suárez-dependencia

Siempre se tiende a centrar las pocas ocasiones de gol en el punta, aunque no sea necesariamente culpable de ello. La necesidad por compensar el equipo tras la entrada de Dembélé y la situación con muchos delanteros, pero ningún control de balón, llevó al técnico a sustituir a Luis Suárez en el minuto 58. Con la obligación de marcar dos tantos se fue el hombre gol, que se despide de la Champions sin haber conseguido marcar en la competición europea. Entre ida y vuelta apenas pudo gozar de oportunidades, aunque pocos delanteros en el mundo podrían haberlo hecho. La misión del uruguayo fue altamente complicada, medirse muy lejos del área a tres centrales físicamente muy superiores y que no se despegaban de él en ningún momento.

Si se adelantaba para recibir de espaldas le paraban en el centro del campo con falta y si pisaba área le volvían a frenar con acciones al límite del reglamento, pudiendo sufrir un penalti de Rüdiger. Suárez se quedó atónito al ver que era el jugador sustituido cuando quedaba media hora por delante y faltaban dos goles, pero el equipo estaba descompensado. El Atlético ha desarrollado una dependencia de Suárez notable, y si no marca su ‘9’ le cuesta generar peligro. Físicamente se le está exigiendo mucho y en los últimos partidos sus números han bajado, dos tantos en nueve encuentros que han conllevado que el Atlético solo haya anotado ocho tantos en ese periodo, cuando durante la temporada estaba promediando más de dos tantos por partido. Sólo João Félix probó a Mendy, pero si no es Suárez, no hay nadie que se eche esa responsabilidad a la espalda.