Una final para el Villarreal ante todo un 'coco' y 19.700 hinchas

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Esfumado el sueño de la Copa y las ilusiones por hacer cosas grandes en LaLiga, el Villarreal se presenta en Kiev con más urgencias que esperanzas en Europa (sigue el partido en directo en As.com). La competición de los jueves se ha convertido en un clavo ardiendo para justificar el megaproyecto liderado por Emery y al que Roig adornó con varios de los mejores fichajes del mercado. La racha de ocho partidos consecutivos sin ganar en el campeonato doméstico pesa.

Y aunque hoy los jugadores del Submarino aseguran comparecer con la mente limpia, no ayuda a caldear los ánimos que enfrente esté un equipo rebotado de la Champions, verdugo del Brujas en dieciseisavos, líder en Ucrania, guiado por un líder de los banquillos de 75 años y empujado por 19.700 almas sedientas de pasiones. El Dinamo tendrá la fortuna de contar en sus gradas con un 30% del aforo. Y a estas alturas todo cuenta. Algo que Emery ve importante de cara a la ajustada eliminatoria pero que, harto del silencio y el vacío como todos, ha celebrado con deportividad.

El equipo de Lucescu no pierde desde principios de diciembre y, tras dos meses de parón invernal, vuela mientras varios jugadores del Villarreal comienzan a boquear. Pese a los achaques, Emery apostará por su guardia pretoriana, con la única duda de si dar un voto de confianza a Moi, pilar en el inicio de temporada, o enseñarle el banquillo en busca de piernas frescas. Gerard y Alcácer son intocables y, junto a ellos, asomará alguna perla de la cantera: Chukwueze, Yeremy o Baena. La mejor noticia en el Villarreal es que Tsygankov, el delantero local que ya marcó al Barça, es duda. La defensa amarilla, tras tanto elogio, no está para tirar cohetes ahora mismo.