NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

INGLATERRA

Marcos Alonso se convierte en el puñal del Chelsea

Thomas Tuchel vuelve a defensa de cinco y Marcos Alonso brilla en el que es su sistema desde su etapa en Italia. Se exhibió ante el Everton como un atacante más.

Actualizado a
Marcos Alonso se convierte en el puñal del Chelsea
PoolGetty Images

Marcos Alonso ha vuelto a conquistar la banda izquierda de Stamford Bridge. El español ha vuelto a un rol protagonista a la zaga del Chelsea desde la llegada de Tuchel, que ha recuperado la línea de cinco atrás como ya hiciera Antonio Conte en el último triunfo liguero de los blues. El madrileño empezó a brillar en esa posición en la Fiorentina con Vincenzo Montella en un equipo que lucía en el once con Salah, Mario Gómez, Savic, Neto, Borja Valero, Joaquín o un Ilicic aún por despuntar entre tantos otros. Sousa le dio continuidad y se convirtió en uno de los mejores carrileros en Italia. 

Dado su buen rendimiento, Conte se lo llevó y le hizo fijo en el último Chelsea campeón de Liga. Con Sarri también jugó en línea de cuatro pero para Lampard no encajaba y dejó de contar. Tras los malos resultados en la primera mitad de esta campaña, la leyenda salió y la llegada de Tuchel le ha devuelto a su banda. Desde allí, es el puñal del Chelsea. 

Ante el Everton, dejó un buen ejemplo de la importancia que tienen los laterales en el fútbol actual. Con las espaldas cubiertas, Marcos fue clave para romper el entramado defensivo del Everton de Ancelotti con pases incisivos y galopadas. Para el primer gol, Marcos subió y cambió posición con Callum Hudson-Odoi. El centrocampista se quedó con el balón algo más atrás y encontró al español. Este recibió en el borde del área mientras entraba en carrera y centró a Havertz, que hizo el tanto con ayuda del central toffee.

En el 40 volvió a tener otra incursión que le dejó solo ante Pickford. La defensa le molestó lo justo a la hora de definir y el inglés acertó con las manos para evitar el 2-0. Marcos seguía siendo la amenaza y de sus pies también salió buena parte del segundo tanto. El lateral recibió en campo propio de Rüdiger y, en vez de tocar a Jorginho para salir más tranquilamente, vio un buen desmarque de Havertz, al que con un pase magnífico puso al borde del área. El alemán continuó y fue derribado dentro de esta por el meta del Everton. Penalti que no falló Jorginho.

Además de estas acciones, el madrileño acabó los 90 minutos con unos datos notables. Entro 65 veces en contacto con el balón, acertó el 84% de sus entregas, dio varios pases clave y centró con precisión. En ataque, añadió dos disparos a puerta y en defensa, se llevó la mitad de sus duelos e hizo tantas faltas como recibió (3).