"Hice autocrítica y el Sporting me ha dado toda la confianza"
Pedro Porro analiza para AS su gran momento. Pieza clave del sólido líder de la liga portuguesa, ha sido elegido tres meses seguidos mejor defensa de la competición.
Pedro Porro (13-9-1999, Don Benito) se ha erigido en uno de los pilares del Sporting de Amorim. El club lisboeta se recupera tras una etapa de depresión y sus aficionados sueñan con ver a su equipo ganar una liga 19 años después. El letargo de este grande portugués ya es demasiado largo, pero el lateral español tiene los pies en el suelo. Más que nunca. Es lo que le ha llevado hasta aquí, insiste.
Ha sido nombrado mejor defensa de la liga portuguesa durante tres meses consecutivos.
Estoy muy contento, desde que llegué, desde el primer minuto, me dieron mucha confianza aquí y eso se ve en el campo. Ese reconocimiento es también colectivo, porque sin la ayuda de mis compañeros no sería posible. Las cosas me están saliendo.
No está mal para alguien que empezó de delantero y que lo era hasta hace bien poco.
Desde pequeño he sido extremo, con el paso del tiempo, casi no sé cómo, me he ido metiendo más atrás. Hoy en día los laterales son muchos reconvertidos de extremos. Es un orgullo enorme que me hayan nombrado tres veces seguidas mejor defensa del mes.
Tanto habrá cambiado que hasta su modelo de niño en el fútbol ya no será el mismo.
La verdad es que de niño me fijaba mucho en Iniesta, no tiene nada que ver a lo que empecé a hacer yo ni a lo que hago ahora, pero me encantaba. Para mí es el referente del fútbol, veía en el campo lo que nadie podía ver. No solamente era eso. También su humildad. Yo vengo del fútbol de la calle y me sentía identificado.
Con 21 años ha hecho las maletas para irse a otro país, pero no es algo extraño para usted. Muchísimo más joven dejó su Don Benito natal para enrolarse en la cantera del Rayo, fue un momento delicado.
Tengo recuerdos muy bonitos, pero sí que es verdad que tan pequeño te vas a vivir a un piso tutelado con otros niños y no tienes la misma confianza que con tu familia. Me quería volver al pueblo. El día a día se hacía muy duro para alguien tan pequeño. Pero entendí que si deseas algo mucho, te va a costar y hay que pasar por algo así.
Aquellos esfuerzos suyos, de sus padres, de sus abuelos y tíos, que le llevaban a todas partes o incluso dormían en el coche para poder verle jugar han tenido recompensa.
Todo eso ha tenido su premio, ellos me acompañaban donde fuera. Aquella vez, en aquel partido contra el Madrid con la Selección extremeña, mi abuelo, mi tío y mi padre durmieron en el coche y al día siguiente pude dedicarles un gol. Son recuerdos preciosos.
Después de brillar en la cantera del Rayo se marchó al Girona. Se cuenta que hubo grandes equipos interesados como el Real Madrid o incluso de fuera de España. ¿Por qué eligió el Girona?
Hubo muchos rumores de equipos grandes. Pero elegí el Girona porque hablé con Albert Siria, su director del fútbol base, y me trató genial. Querían hacer un equipo para pelear el campeonato juvenil con el Barcelona, también tenían en mente que hiciera la pretemporada con el primer equipo y se vio que Eusebio contó conmigo inmediatamente. Me quedé sorprendido. Que un chaval de 17 años asumiera un cargo tan grande en ese lateral era para estarlo. Es para agradecer la confianza que Eusebio puso en mí, porque no es fácil. Yo cumplí. Me dieron confianza y cuando me la dan, no me lo pienso.
Eusebio fue el que cambió su posición en el campo. De extremo a lateral.
Así, es, me cogió y me dijo que iba a jugar ahí. A mí me daba igual, en Primera como si me quería poner de central o de portero. Me lo tomé como que era una oportunidad única en la vida y tienes que aprovecharla. En los entrenamientos me tuvieron que corregir muchísimo. Yo estaba jugando de extremo en el juvenil y el campo se me quedaba pequeño. En División de Honor hice 15 goles. Eusebio me puso de carrilero, al principio me costaba, estaba más arriba que abajo, pero con el paso de los entrenamientos me reconvertí bien a lateral.
Su primer gol con el Girona fue ante el Madrid. El equipo blanco siempre se la ha dado bien.
Sí, fue en Copa, pero en esos últimos 20 minutos me puso más arriba. El Madrid se me daba bien. Ganamos en el Bernabéu un partido por 1-2. Con el Valladolid, empatamos...
Su evolución en el Girona fue espectacular. Aparecieron rumores de equipos como el Atlético, el Valencia, pero fue el Manchester City quien lo firmó. Sin embargo, no ha llegado a jugar ahí. ¿Cómo se lo ha tomado?
Que el City me comprara me impresionó, es un club grandísimo. Pero me lo tomo como que ellos querían verme evolucionar. Lo que estoy haciendo en el Sporting, que me ha dado mucha confianza. No me lo tomo como que el City me tiene apartado, tengo que readaptarme bien al fútbol profesional y así lo estoy haciendo.
La cesión en Valladolid no salió del todo como hubiera deseado. ¿Qué sabor le dejó?
Empecé jugando todo. Venía de un momento bueno con la selección, después de jugar contra Israel y de dar una asistencia. Empecé bien con la confianza plena, pero llegó una lesión en la espalda y ya no levanté cabeza. Jugué muy poco y desapareció esa confianza. Pero yo trabajo en silencio y lo que trabajé ahí creo que también me está sirviendo ahora.
¿Hizo autocrítica?
Hay que hacerla. Fue un año muy malo y no se puede repetir. Las lesiones no vienen solas. Creo que igual me agobié un poco. Cosas del fútbol. Hice autocrítica, me fijé en lo que hice mal. Me centré en lo que no me tenía que centrar, aprendí la lección y a enfocarme en el objetivo más inmediato.
Y apareció Sporting. ¿Qué le dijo Hugo Viana, el director deportivo, para convencerle?
Mi agente me explicó el interés y me gustó mucho el proyecto. El dibujo que manejaban me recordaba a mis tiempos en el Girona y no me lo pensé. Viana me transmitió una confianza enorme.
El Sporting invirtió poco dinero en el mercado, pero se ha creado una química especial y el equipo es líder firme. ¿Cómo lo han hecho?
Es el día a día. Cuando juntas a un equipo tan joven, hay siempre buen ambiente, y hay una unión grande que se transmite al juego.
Se habla mucho en Portugal del efecto Rubén Amorim, del impacto que ha tenido como técnico y del futuro que le espera. ¿Por qué es especial Amorim?
Porque tiene las cosas muy claras. A mí me ha dado una confianza enorme.
Incluso le hace lanzar las faltas. Ese golazo al Famalicao se hizo viral.
No es que yo tenga un golpeo espectacular, pero sí me gusta quedarme después de los entrenamientos. En la selección Sub-21 me quedaba con Oyarzabal y con Ceballos a ensayar. Poco a poco, a base de entrenar cada semana… Al final salió ese golazo, es la prueba de que el entrenamiento premia.
Esta temporada lleva tres goles, uno de ellos le dio la Copa de la Liga al Sporting.
Esa jugada estaba hablada con Inacio. Le dije que esa pelota podía ir ahí porque él juega a pie cambiado. Vivo el fútbol así, antes de los partidos me imagino situaciones, como esa, y muchas veces se dan.
Los números hablan de su Impacto ofensivo en el equipo. Es el segundo que más dispara a portería y el que más centros envía. ¿En qué tiene que mejorar?
Evidentemente, en la fase defensiva. Me falta mucho. Vengo de ser extremo, pero en los últimos tres años me he enfrentado a muchos de los mejores. Incluso en el uno contra uno no se han ido fácil de mí, porque soy rápido, pero sí que es cierto que tengo que mejorar en defensa. Es lo que me va a hacer ser un gran jugador. Yo tenía en la cabeza al llegar aquí jugar con cinco. La presión es algo diferente de lo que, por ejemplo, hice en Girona. Pero tácticamente no he tenido que ajustar mucho más. Me adapto rápido, a jugar con cinco atrás o con cuatro. En la Selección jugamos con cuatro. Aquí tenemos mucho el balón y puedo jugar más alto, como soy rápido recupero pronto la posición.
Si su temporada es buena, la de Adán, otro recién llegado, tampoco es menos. ¿Qué les aporta?
Su experiencia nos ha venido muy bien. Es una gran persona y tiene un peso muy importante en el vestuario. Tiene muchas batallas detrás y sabe lo que es esto, nos ayuda mucho. Le veo muy feliz en el Sporting.
Feddal llegó del Betis y es otro de los que también se está reivindicando.
Está haciendo un gran fútbol. Es otro jugador con una experiencia increíble. Igual que yo, se ha adaptado muy bien al fútbol portugués y muy rápido.
Pedro Porro, Angeliño, Jonny, Reguilón, Grimaldo, Morey… La nómina de laterales españoles fuera es amplia. ¿Por qué se marchan?
Igual apuestan más en otros lados. La verdad, es que ahí no entro. Igual en otro fútbol encajamos más. Lo que está claro es que tenemos calidad. Igual somos más ofensivos. Todos esos son jugadores con mucho recorrido. Están en equipos grandes. La verdad, no me fijo en dónde juego si no en hacer las cosas bien donde esté.
En Sporting se ha convertido en uno de los favoritos de la afición, no solamente por su calidad también por su intensidad.
Siempre he sido así, con esa raza. Cuando entro en el campo no conozco a nadie. Igual han visto algo diferente en mí. Tengo esa personalidad, luchar hasta el final.
Y eso que el día de su presentación se quejaron por llegar en pantalón corto…
(Risas). Venía de la playa, no tenía otra ropa. Son anécdotas que un día contaré. Si se da el caso y el Sporting me compra, vendré mucho más elegante.
El Sporting lleva 19 años sin ganar un título, ahora son líderes destacados. ¿Se ven favoritos ya?
Peleamos día a día. Todo eso queda lejos. Trabajando como lo hacemos, conseguiremos grandes cosas. No sé el qué, pero dará frutos.
¿En qué se diferencia la presión de pelear por títulos a la de intentar no bajar?
No es tan diferente. Con el Girona me tocó bajar y la presión es muy jodida. Y eso que no jugué en los últimos diez partidos.
Sporting no falla contra los equipos de arriba. Dos empates contra Oporto y victorias contra Benfica y Braga. El penúltimo partido de la liga es contra el Benfica y hay muchos sportinguistas que sueñan con celebrar ahí el título.
Nosotros echamos el freno en eso. Eso queda muy lejos. Solamente pensamos en ganar el siguiente partido.
¿Por qué se enfadó con el hijo de Conceiçao en el partido contra el Oporto?
Ya lo dije en las redes sociales. Es un lance del juego en el que tienes la cabeza caliente, yo también la tenía caliente. Es normal. Son cosas de un partido, se quedan ahí y no pasa nada. Ya dije que todo está bien. Él por su lado y yo por el mío y ya está.
Tiene firmados dos años de cesión en el Sporting, pero es propiedad del City. El Sporting querría quedárselo ya al final de esta primera temporada. ¿Cuál es su deseo?
Jugar el siguiente partido. No miro más allá. Soy un chico que no me gusta mirar al futuro, porque si no sale bien me quedo mal. Si llegan las cosas después, pues bienvenidas sean.
Pero sí sería bonito, después de este año, escuchar la música de la Champions con el Sporting.
(Risas). Claro, sería precioso, cualquier jugador sueña con eso. Pero primero atenderé al siguiente partido y luego ya veremos qué pasa este año o el que viene.
¿Durante este tiempo ha estado en contacto con Guardiola u otra persona del City?
Sí, ellos tienen una persona que se ocupa de todos los jugadores a préstamo. Me llama y me pregunta cómo me encuentro. Están pendientes y eso también me gusta, porque sabes que tienes su apoyo. Espero que ellos estén contentos.
Llega un verano también de competiciones internacionales. Se perdió la última Eurocopa Sub-21 por lesión, España quedó campeona, pero también está la Eurocopa absoluta. ¿Cuál es su ambición?
No quiero mirar más allá, ya cometí antes ese error. Por hacerlo hace dos años me lesioné y me perdí la Eurocopa. Por decir que tengo esto y lo otro. Llegó y me lesioné, tengo esa espina clavada. Sea lo que sea, será muy bueno. Ir con la Sub-21 es buenísimo y con la Absoluta, un sueño desde pequeño hecho realidad. Pero no quiero mirar más allá, porque ya me sucedió hace dos años y no fue bueno para mí.