Solabarrieta ha cambiado..., y el equipo más todavía
"No sé si el equipo ha cambiado, pero yo sí. En la primera semana aquí vi lo que quería ver y no lo que realmente estaba ocurriendo"
Aritz Solabarrieta se mide mucho ante los medios de comunicación. Porque no está a gusto y porque desde el club le reconvinieron su actitud en las ruedas de prensa (bien es verdad que entonces se perdía, como siga ganando no es descartable que pudiera fumarse un puro ante el aplauso de sus jefes y de la afición). Hoy, sin embargo, ha abierto un poco más sus sentimientos de lo habitual. Ha sido cuando los periodistas le han recordado su estreno como racinguista en Zubieta, 3-0 a los 26' y lo mejor era el resultado. Y el portero.
A pesar de que asegura que aquello ya es historia, el míster verdiblanco reconoció que el Racing ya no es el mismo porque "no sé si el equipo ha cambiado..., pero yo sí. Llegas aquí, sin conocer el club, sin conocer en el día a día a los jugadores y creo que esa primera semana, sobre todo, yo vi lo que quería ver. No vi lo que realmente estaba ocurriendo. esas vivencias y las situaciones que vas viviendo te hacen ver las cosas de diferente forma".
De un once a otro en dos meses
Solabarrieta llegó a Santander el 22 de diciembre y aprovechó las vacaciones de Navidad para ponerse al día con los vídeos de los ocho partidos que el equipo había jugado con Javi Rozada. El partido de Zubieta, no obstante, le llegó con pocas sesiones de entrenamiento y tanto el once como el planteamiento ante el Sanse respondieron más a lo que le dijeron que a lo que vio. Tanto es así que utilizó un 4-3-3 que se cargó al descanso para pasar a 3-4-1-2, que a cuatro de aquellos titulares les echó del club a las dos semanas (Balboa, Maynau, Figueras y Benktib) y que en la alineación que viene utilizando en las últimas jornadas solo siguen cinco de los once y únicamente dos, Ceballos e Íñigo, jugando en el mismo puesto. Él ha cambiado y el equipo, y no solo por los resultados, más todavía.
En cuanto a la disposición táctica, el actual 4-2-3-1 con el que las piezas parecen haber encajado, bien es verdad que tras la llegada de Riki, clave de bóveda de todo este andamiaje, ni fue ni la primera ni la segunda opción de Solabarrieta. En Zubieta empezó 4-3-3, que mutó a 3-4-1-2 en la segunda parte (Crespo; Mantilla, Figueras, Gil; Ceballos, Íñigo, Villapalos, Camus; Cejudo; Jon Ander y Cedric), mientras que en su segundo encuentro eligió 3-5-2 ante el Amorebieta. El primer ensayo con 4-2-3-1, con Bustos de lateral, Nana y Martín Solar de pivotes y Cejudo de extremo izquierdo, no salió bien: 1-3 ante el Real Unión. Todavía utilizó un extravagante 4-4-2 en Portugalete, otra vez Bustos de lateral y Pablo Torre de extremo izquierdo, antes de centrar el tiro. Desde el partido con el Bilbao Athletic, ya con Riki fichado, la apuesta ha sido clara, 4-2-3-1, y ganadora: cuatro victorias y un empate, 14 goles a favor y 4 en contra.
